BCN informa sobre la medición del PIB en el año 2018

30/03/2019

En 2018 la dinámica de la economía nicaragüense se vio afectada por acontecimientos adversos, observándose una modificación en la senda de crecimiento promedio registrado en los últimos años. Así, los resultados de la estimación preliminar del PIB indican que el desempeño de la actividad económica en 2018 registró una disminución de 3.8 por ciento.

Dichos resultados incorporan, además, una revisión del crecimiento estimado de los años 2015-2017 al disponerse de estadísticas básicas actualizadas, y para los años 2015 y 2016, de las tablas de oferta y utilización.

PIB por el enfoque de la producción

El resultado preliminar del PIB por el enfoque de la producción indica que en 2018 se observó un buen desempeño en las actividades de pesca y acuicultura (14.7%), electricidad (4.3%), agua (3.6%), agricultura (3.3%), enseñanza (2.9%), salud (2.7%), explotación de minas y canteras (1.7%), e industria manufactura (1.1%), principalmente; que atenuaron, parcialmente, el impacto negativo de la menor recaudación tributaria y de las disminuciones registradas en el valor agregado de actividades como hoteles y restaurantes (-20.2%), construcción (-15.7%), comercio (-11.4%), pecuario (-5.4%), intermediación financiera (-5.4%), silvicultura y extracción de madera (-4.2%) y transporte y comunicaciones (-3.5%), entre otras.

Las actividades agrícolas se vieron favorecidas, principalmente, por mejores condiciones climáticas, lo cual contribuyó a alcanzar mayores labores culturales en el cultivo de café, arroz granza, soya, ajonjolí y tabaco principalmente. Este comportamiento fue parcialmente contrarrestado por actividades como el cultivo de maíz, frijol, maní y caña de azúcar, entre otros.

Por su parte, en el crecimiento de la actividad de pesca y acuicultura contribuyó el aumento en la producción de camarón de cultivo y la mayor captura de peces, camarón y pepino de mar, principalmente.

La recuperación registrada en la actividad de minas y canteras (crecimiento de 1.7% vs una disminución de -9.1% en 2017), fue resultado del aumento en la extracción de la minería metálica, particularmente oro.

El comportamiento que mostró el sector pecuario, se explicó por disminuciones en la matanza vacuna, porcina y avícola, así como en las exportaciones de ganado en pie. Por su parte, en la industria manufacturera se observó una mayor producción en las actividades de elaboración de azúcar, otros alimentos, bebidas, tabaco, y textiles, principalmente; la que fue contrarrestada por la disminución que registraron las actividades de carnes y pescado, lácteos, productos derivados del petróleo, no metálicos y maquinaria y equipo de transporte, principalmente.

La evolución en la actividad de construcción (-15.7%) fue determinada por las disminuciones registradas en el área efectivamente construida en los destinos, residencial, servicio e industria; comportamiento que fue atenuado por el incremento en el área del destino comercial.

Finalmente, en los servicios, el crecimiento registrado en las actividades de electricidad, agua, enseñanza y salud; fue contrarrestado por disminuciones en actividades de hoteles y restaurantes, comercio, e intermediación financiera y servicios conexos, entre otras.

PIB por el enfoque del gasto

Por el enfoque del gasto, los resultados indican que la evolución del PIB estuvo determinada, principalmente, por la contracción de la demanda interna y los impulsos de la demanda externa neta. Así, la demanda interna aportó -10.4 puntos porcentuales a dicha evolución, explicado por reducciones en el consumo (-4.5%) y la formación bruta de capital (-23.6%); mientras que la demanda externa neta registró un aporte marginal de 6.6 puntos porcentuales, derivado de disminuciones en las exportaciones (-2.6%) y las importaciones (-14%).

El consumo total disminuyó 4.5 por ciento, observándose un comportamiento disímil en sus componentes, disminución en el consumo colectivo del gobierno (-8.5%) y en el consumo de los hogares e instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares o consumo privado (-4.8%) y aumento en el consumo individual del gobierno (2.9%). La evolución del consumo privado estuvo asociada, principalmente, a una desaceleración de la cartera de crédito del sistema financiero, particularmente, por préstamos personales y tarjetas de crédito; y a un menor dinamismo en el flujo de remesas que ingresaron al país. Por su parte, el crecimiento del consumo individual del gobierno fue explicado por el mayor gasto destinado a las actividades de salud y educación.

La formación bruta de capital fijo reflejó una contracción de -19.7 por ciento. Este resultado respondió a una evolución similar en sus componentes; así, se registró disminución en la inversión en maquinaria y equipo (26.1%), otros gastos de inversión (-16.4%) y construcción (-16.0%).

Por su parte, la reducción registrada en las exportaciones de bienes y servicios (-2.6%) fue determinada por la disminución en las exportaciones de servicios, que contrarrestaron el incremento alcanzado por las exportaciones de bienes, esto último impulsado principalmente, por el comercio de productos agrícolas, pesqueros y mineros, destacándose productos como maní, frijol, banano, ajonjolí, tabaco en rama, camarón, oro y azúcar; algunos de los cuales se vieron afectados por disminuciones en los precios internacionales.

Finalmente, la evolución de las importaciones (-14%) se explica por las disminuciones registradas en las importaciones de bienes de consumo, tanto duradero como no duradero; bienes intermedios y de capital.

Véase Medición del PIB en el año 2018

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