BCN publica Informe de Estabilidad Financiera
El Banco Central de Nicaragua (BCN) publicó el 31 de octubre de 2023 el “Informe de Estabilidad Financiera”, correspondiente al mes de octubre.
Dicho informe destaca que, el desempeño de la economía nicaragüense muestra mejoras desde la publicación del último Informe de Estabilidad Financiera (IEF) de abril 2023. La actividad económica se ha mantenido dinámica, mostrando un crecimiento mejor que lo previsto, por su parte, la inflación nacional siguió dando señales de moderación gradual, aunque aún con presiones en algunos precios. El saldo de cuenta corriente de la balanza de pagos registró un superávit, por encima de lo esperado, asociado al mayor dinamismo de las remesas internacionales y otros flujos externos. Así mismo, las finanzas públicas continúan manteniéndose equilibradas y financiadas, mientras, se registra una posición sólida de los principales indicadores financieros. Todo lo anterior, ha conllevado a una consolidación de la estabilidad financiera y una reducción en las vulnerabilidades. No obstante, el Sistema Financiero Nacional (SFN) enfrenta retos ante la coyuntura externa actual, en donde persisten los riesgos para el crecimiento económico, los precios y la estabilidad financiera mundial.
El IEF destaca que el desempeño del SFN continúa siendo sólido, sin reflejar afectaciones importantes ante el incremento de las tasas de interés internacionales. La intermediación financiera se ha afianzado, pues los depósitos del público y el crédito hacia las distintas actividades económicas continúan creciendo a tasas de dos dígitos. Por su parte, los indicadores de las sociedades financieras mantienen su dinámica positiva, con niveles de solvencia y liquidez por encima de lo requerido por el ente regulador, mientras la reactivación del crédito ha impulsado la rentabilidad del sistema. Así mismo, las instituciones financieras han fortalecido su gestión de la calidad de su cartera, logrando reducir el riesgo de cartera.
El mejor desempeño de la actividad económica nacional y el dinamismo de los flujos externos, han permitido que los mercados financieros locales continúen reflejando un desempeño positivo. Así, el mercado de crédito se encuentra en expansión impulsado tanto por bancos y financieras, como por las instituciones de microfinanzas. Por su parte, los mayores flujos de recursos externos se han reflejado en incrementos en las transacciones del mercado cambiario, lo que también se ha traducido en una brecha de tipo de cambio de venta baja y estable. El sistema financiero sigue utilizando el mercado monetario para un manejo eficiente de su liquidez, observándose un incremento en la demanda por Letras del Banco Central de Nicaragua (BCN) en moneda nacional, mientras que redujo las inversiones en Letras en moneda extranjera. El mercado de valores continúa mostrando dinamismo en sus transacciones de instrumentos, principalmente públicos. El mercado hipotecario mantuvo la recuperación, mientras el mercado de seguros registra resultados positivos, consistente con la mayor actividad económica.
En este contexto, los indicadores seleccionados para dar seguimiento a la evolución de la estabilidad financiera nacional se mantienen estables:
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Las mejores perspectivas económicas nacionales, la trayectoria de la política monetaria y fiscal y los resultados sólidos del sistema financiero han conducido a que en lo que va de 2023 se mantenga estabilidad en los precios de los activos financieros. Así, el mercado cambiario se desarrolla sin experimentar presiones de oferta y demanda, lo que ha resultado en una brecha de tipo de cambio de venta que se ha mantenido baja y estable. Consistente con lo anterior, en agosto de 2023 el BCN informó que, a partir del 1 de enero de 2024, la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del Córdoba con respecto al Dólar de los Estados Unidos de América será de cero por ciento anual. Por su parte, la Tasa de Política Monetaria (TRM) del BCN, en lo que va de 2023, se ha mantenido sin cambios (7.00 %), manteniéndose también estables las tasas conexas (tasas de la ventanilla de Reportos Monetarios y las tasas de la ventanilla de Depósitos Monetarios). Así mismo, las tasas de interés de los instrumentos monetarios en dólares, en todos sus plazos, también se han mantenido sin cambios. No obstante, a fin de propiciar un mayor uso de instrumentos monetarios en moneda nacional el BCN validó incrementos en las tasas de interés de Letras colocadas a través de subastas, lo que derivó en un aumento de demanda de estos instrumentos. Adicionalmente, el rendimiento de los Bonos de la República de Nicaragua (BRN) se ha mantenido estable en lo que va del año. Finalmente, las tasas de interés activas y pasivas del sistema financiero, reflejan un comportamiento mixto, ya que las tasas activas no registran cambios significativos, a pesar del alza en las tasas internacionales. Mientras que, en las tasas de interés pasivas se observa una leve tendencia al alza a partir del tercer trimestre del año.
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La liquidez agregada del SFN muestra holgura con relación a lo requerido por el ente regulador. La evolución de la liquidez se ha visto influenciada por las mayores entregas de crédito e inversiones realizadas, lo que ha conducido a una reducción gradual en los niveles de liquidez respecto a los años anteriores, retornado gradualmente a niveles históricos. Particularmente, las inversiones de bancos y financieras muestran una recomposición, ya que aquellas realizadas en ME (incluye domésticas y en el extranjero) se redujeron, mientras las inversiones en MN se incrementaron, principalmente aquellas en valores del BCN. Esto último se ha dado como resultado de políticas tanto de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SIBOIF) orientadas a limitar las exposiciones externas, y del BCN, encauzadas propiciar un mayor uso de valores monetarios en moneda nacional, a través de favorecer tasas de interés atractivas de sus instrumentos en MN.
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El fondeo del Sistema Bancario y Financieras (SBF) continúa estable, con la cartera fondeada mayoritariamente por depósitos del público. De esta forma, el sistema ha podido reducir las obligaciones contraídas con financiadores externos, lo que ha disminuido la exposición derivada por financiamientos con no residentes, en un contexto de alzas de tasas internacionales y los costos financieros asociados a este tipo de fondos.
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Con relación al Informe de Estabilidad Financiera de abril 2023, los hogares y las empresas muestran un mayor endeudamiento, en un contexto de un desempeño económico más favorable y mayores entregas de crédito. El endeudamiento de los hogares y las empresas creció en términos nominales, no obstante, en términos del PIB el apalancamiento de las empresas y los hogares fue menor a lo registrado al cierre de 2022 y se ubica por debajo del promedio histórico. Si bien el endeudamiento de los hogares y las empresas ha venido creciendo, el costo del financiamiento bancario doméstico todavía se mantiene en niveles relativamente estable, a pesar de las presiones en las tasas de interés internacionales.
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Finalmente, el endeudamiento público se mantiene en niveles sostenibles. La implementación de una política fiscal caracterizada por la prudencia y la focalización del gasto público, procurando a la vez el menor costo de financiamiento, ha permitido que la deuda pública total con relación al Producto Interno Bruto (PIB) haya disminuido a septiembre de 2023, por lo que los riesgos para la estabilidad financiera derivados de las finanzas públicas siguen siendo bajos. Así, el indicador de deuda total a PIB se ubicó en 59.2 por ciento, un valor por debajo de lo observado en los últimos tres años, explicado en gran parte por el mayor crecimiento del PIB respecto al saldo de la deuda pública.
El desempeño de las principales variables de la economía nicaragüense se mantiene sólido, aun en un contexto internacional caracterizado por el deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial. En lo que va de 2023, se han materializado parcialmente los riesgos simulados en el IEF de abril (incrementos en las tasas de interés internacionales por la persistencia de la inflación y el deterioro del crecimiento de la economía mundial producto del endurecimiento de la política monetaria a nivel internacional), pero con menor incidencia que la prevista, ya que por un lado el incremento en las tasas del SFN no está reflejando el fuerte aumento de las tasas internacionales, mientras se ha mantenido la dinámica positiva de la actividad económica, destacando el repunte del sector servicio, la solidez del consumo, la dinámica de los flujos externos y la continuidad del proceso de intermediación financiera. En este contexto, se considera que los principales riesgos a la estabilidad financiera nacional continuarán proviniendo fundamentalmente del contexto externo.
Para lo cual, se considera que se mantienen riesgos similares a los analizados en el Informe de abril, que de materializarse podrían afectar la evolución del SFN:
- El endurecimiento de las condiciones financieras globales como resultado de incrementos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas, ante una inflación más persistente a lo previsto.
- Un mayor deterioro del crecimiento de la economía mundial producto de la materialización de riesgos relacionados con mayores tensiones en el sistema financiero internacional, un endurecimiento monetario mayor o temas geopolíticos, que podría incidir sobre la demanda externa de productos exportables y otros flujos externos al país.
La persistencia de elevadas tasas de interés en las economías avanzadas puede endurecer las condiciones financieras externas para las economías de mercados emergentes y en desarrollo. En este sentido, como una reacción a la mayor persistencia en las presiones de precios internacionales ha surgido el riesgo de un endurecimiento de las condiciones financieras internacionales, con aumentos de las tasas de interés por períodos más prolongados, que podría afectar la economía nacional. Así, el mayor costo de financiamiento, aunado a la transmisión de los precios internacionales a los precios domésticos aumentaría los costos y precios locales, lo que reduciría la capacidad de gasto de los hogares y empresas. Así mismo, los mayores precios internacionales y tasas de interés implicarían destinar mayores recursos financieros hacia el exterior, con una reducción del ingreso nacional disponible que ralentizaría la recuperación económica.
Se considera que existen una serie de riesgos que podrían materializarse debilitando la economía real de la economía mundial. Por ejemplo, las tensiones en el sector financiero podrían amplificarse, obligando a los bancos centrales a reconsiderar la trayectoria de sus políticas. La crisis del sector inmobiliario de China podría profundizarse, con repercusiones a nivel internacional, en especial para los exportadores de materias primas. Por su parte, los conflictos geopolíticos podrían intensificarse y provocar más escaladas de los precios de los alimentos y la energía, con el consiguiente aumento de la inflación. De igual forma, la fragmentación en bloques geopolíticos tiene el potencial de generar cuantiosas pérdidas del producto, en particular debido a sus efectos en el comercio y la inversión extranjera directa.
En este contexto, el menor crecimiento de los socios comerciales se podría reflejar en una desaceleración de la actividad económica nacional, principalmente por una menor demanda de productos de exportación y otros flujos externos, lo que tendría un efecto negativo sobre los ingresos de los hogares y las empresas. Así, una menor actividad económica podría afectar la calidad de la cartera, con incrementos en la cartera en mora y en riesgo. Así mismo, la menor actividad económica podría afectar la senda de crecimiento del crédito y por ende en la rentabilidad de las instituciones bancarias.
El análisis de escenarios de estrés simulados en el IEF de octubre 2023 refleja una alta resiliencia de la economía y del sistema financiero a cada uno de los riesgos identificados. Sin embargo, se deberán continuar monitoreando estos riesgos y otros acontecimientos globales, como el del cambio climático y desastres naturales, que pudieran incidir sobre las condiciones de estabilidad financiera.
Finalmente, el Informe de Estabilidad Financiera señala que, en un contexto de mayor inflación tanto externa como doméstica y en un nuevo entorno de retos externos, las autoridades financieras continuarán promoviendo una mayor intermediación financiera para el financiamiento de las actividades económicas y la estabilidad financiera.