Esquema y formulación de la Política Monetaria y Cambiaria del Banco Central de Nicaragua, con motivo de la culminación del Curso de Política Monetaria y Cambiaria 2021 Palabras del Presidente del BCN, Ovidio Reyes R.

21/05/2021


Introducción

Buenos días a todos. Es un placer para mí presentar las palabras de clausura del curso de política monetaria y cambiaria 2021 que realiza el Banco Central de Nicaragua y en el que han participado presencialmente 19 personas y virtualmente 64 personas.

Desde el año pasado el Banco Central de Nicaragua decidió impulsar estos cursos abiertos y gratuitos en Economía y Finanzas, para que un público amplio pudiese conocer sobre las funciones que realiza el Banco Central de Nicaragua, que les permita una mejor comprensión de las publicaciones y estadísticas que provee nuestra institución.

Es así como, los cursos se han organizado en cinco áreas temáticas: política monetaria y cambiaria, estabilidad financiera, operaciones financieras, sistemas de pagos y estadísticas económicas. Debido a su alta demanda, hemos estado limitando la participación de un curso por persona, lo que no impide que en un futuro estas mismas personas puedan continuar tomando los restantes cursos. Creo que estos cursos han sido bien aprovechados por ustedes y esperamos que en el futuro continúen mostrando su interés por nuestras capacitaciones, así como también divulgándolos entre sus familiares y amigos.

Esquema de política monetaria y cambiaria

Durante estas dos semanas del curso de política monetaria y cambiaria, ustedes han podido conocer de parte de nuestros funcionarios los elementos conceptuales y prácticos a partir de los cuales el Banco Central formula y ejecuta la política monetaria y cambiaria para el cumplimiento de su objetivo central, que consiste en la estabilidad de la moneda nacional. Para ello se diseña un esquema conceptual que hemos venido identificando con el paso del tiempo y que creemos que es el que se corresponde con la práctica de los agentes económicos.

La realidad nicaragüense indica que la economía se beneficia mucho del libre comercio, tanto interno como externo, de la libre circulación de bienes y servicios y de un mercado financiero libre, por lo que la política monetaria y cambiaria favorece la previsibilidad sobre el tipo de cambio nominal.

El arreglo cambiario es tal que el Banco Central no controla la oferta monetaria, sino que, más bien, está determinada por la demanda de dinero, por lo que aquella resulta endógena. Así, una mayor demanda monetaria de córdobas se satisface a través de la venta de divisas al Banco Central y una reducción de la demanda monetaria de córdobas se compensa a través de la compra de divisas al Banco Central. Por lo tanto, los desequilibrios monetarios y de gasto agregado se manifiestan a través de las reservas internacionales, dado el tipo de cambio prefijado por el Banco Central y, en última instancia, se reflejan en la cuenta corriente de la balanza de pagos.

El Banco Central anuncia mes a mes el tipo de cambio oficial, mientras que las operaciones financieras activas y pasivas a nivel nacional se ajustan conforme su evolución. También otras operaciones en los mercados de bienes y servicios, así como de los contratos, se indexan a la evolución del tipo de cambio oficial.

Como componente clave, el Banco Central garantiza la libre convertibilidad del Córdoba frente al Dólar, funcionando así un mercado libre irrestricto para todo tipo de operaciones en todos los mercados en que se tranzan divisas, sin que exista ninguna obligatoriedad para los agentes y las instituciones captadoras de enterarlas al Banco Central.

De esta manera, el esquema de política monetaria y cambiaria del Banco Central establece un objetivo intermedio para la política cambiaria y dos objetivos intermedios para la política monetaria.

En el caso de la política cambiaria, el objetivo intermedio consiste en anclar los ajustes de precios y las expectativas a partir de la fijación del tipo de cambio nominal, utilizando como instrumento las devaluaciones diarias preanunciadas, conocida como deslizamiento cambiario, y estableciendo un seguimiento de la brecha cambiaria y de la mesa de cambios del BCN para ir evaluando el comportamiento del mercado de divisas.

Por otro lado, en el caso de la política monetaria, se establece como primer objetivo intermedio mantener niveles adecuados de reservas internacionales, utilizando como instrumentos las operaciones de mercado abierto y el encaje legal, evaluando la evolución de la cobertura de reservas internacionales brutas con respecto a la base monetaria como la variable de seguimiento del equilibrio monetario. El segundo objetivo intermedio se relaciona con favorecer la liquidez del sistema financiero, utilizando como instrumento las operaciones de mercado abierto de corto plazo, los depósitos monetarios y los anticipos de liquidez, dándole seguimiento a los coeficientes de liquidez del sistema financiero y las tasas de interés interbancarias para evaluar dicho mercado.

Este esquema está supeditado a la utilización del deslizamiento del tipo de cambio como ancla nominal de los precios y de las expectativas, por lo que la política monetaria debe utilizar sus instrumentos para asegurar los niveles adecuados de reservas internacionales que lo soporten, así como favorecer la liquidez del sistema financiero que sea consistente con los anteriores objetivos.

Así, mediante la política cambiaria el Banco Central incide directamente sobre los precios internos, los que adicionalmente se determinan por las variaciones de los precios internacionales y por otros factores que afectan la oferta y demanda de bienes y servicios nacionales que no están bajo el control de la autoridad monetaria.

Este esquema introduces rigideces, siendo la principal la capacidad limitada de emisión monetaria y de absorción del tipo de cambio ante perturbaciones internas y externas. Sin embargo, ha funcionado razonablemente bien para la economía nicaragüense desde 1993, favoreciendo la estabilidad de precios, y se considera que continúa siendo el adecuado en las actuales condiciones.

La ventaja de este esquema es su flexibilidad, porque permite alternar entre objetivos de precios, competitividad y estabilidad financiera, y que se han visto destacados en diferentes momentos de la práctica económica nicaragüense pasada. Sin embargo, en la experiencia reciente la estabilidad cambiaria para anclar expectativas y así obtener una inflación baja y estable es la intención de política monetaria y cambiaria que prevalece.

Instrumentos de política monetaria

Los principales instrumentos de política monetaria y cambiaria del Banco Central son: la fijación diaria del tipo de cambio oficial, las operaciones de mercado abierto, el encaje legal, los depósitos monetarios y los préstamos y anticipos de liquidez.

Todos estos instrumentos se activan en diferentes momentos para bien inyectar o bien absorber liquidez, que permita satisfacer los objetivos y las metas contempladas en el programa monetario del Banco Central. La forma en que se transmiten estos instrumentos en la economía se encuentra ampliamente estudiada y contenida en los diferentes documentos de investigación económica que publica el Banco Central y que están disponibles en su página web. Estos estudios son relevantes para la toma de decisiones ya que parametrizan los análisis de sensibilidad, ayudan a detectar las interrelaciones entre sectores y a establecer los rezagos con los que opera la política monetaria.

Por ejemplo, a través de la investigación hemos detectado que toma alrededor de tres trimestres para que las variaciones en el tipo de cambio se trasladen a los precios internos. También, hemos detectado una importante correlación entre las condiciones externas y las variaciones de la actividad económica real nacional, beneficiándose la economía de la apertura y de la competencia. Por último, se han identificado importantes canales de transmisión entre las tasas de interés de mercado y externas hacia la economía real.

A partir de estos estudios, pudimos inferir que había espacio para incidir sobre las tasas de interés y sobre los diferentes mercados de liquidez, ello a pesar de que el Banco Central ha adoptado un esquema cambiario fijo con deslizamiento preanunciado. La razón de esta incidencia es que en el corto plazo la economía real reacciona a los movimientos en los instrumentos monetarios, aun cuando está establecido que en el largo plazo estos resulten neutrales.

De esta manera el Banco Central introdujo desde 2019 la Tasa Referencia Monetaria como principal instrumento de señalización de la posición de política monetaria del Banco Central. Dicha tasa sube cuando las condiciones financieras requieren moderarse y bajan cuando las condiciones monetarias requieren ser laxas. La tasa de referencia monetaria se hace acompañar por una tasa para la ventanilla de depósitos monetarios y otra tasa para la ventanilla de reportos monetarios.

Ambas tasas constituyen el límite inferior y superior, respectivamente, de lo que el Banco Central ha denominado el corredor de tasas de interés. El límite inferior está referido a la posibilidad de realizar depósitos en el Banco Central para aquellas operaciones que no fueron colocadas mediante subasta competitiva, mientras que el límite superior está referido a la posibilidad de poder recibir liquidez mediante reportos para aquellas operaciones que también que no fueran colocadas mediante los mecanismos de subasta competitiva. Este esquema es transparente a partir de operaciones públicas con tasas de referencia y ventanillas a las que tienen acceso todos los agentes financieros.

La magnitud de las operaciones monetarias del Banco Central ha llegado a ser cada vez más relevante. Por ejemplo, en el año 2020 las operaciones monetarias de absorción fueron las siguientes: operaciones de mercado abierto 519,181 millones de córdobas, los depósitos monetarios 112,099 millones de córdobas y el encaje legal 2,360 millones de córdobas, para totalizar operaciones de absorción por 633,640 millones de córdobas y de expansión por 628,669 millones de córdobas. Por su parte, las operaciones en moneda extranjera de absorción fueron: operaciones de mercado abierto por 1,574 millones de dólares, los depósitos monetarios 20,665 millones de dólares y el encaje 114 millones de dólares, para totalizar un monto de 22,354 millones de dólares en absorción y 21,944 millones de dólares de expansión.

Conclusión

Permítame finalmente concluir felicitándose por haber concluido satisfactoriamente esta capacitación, motivándolos para continuar indagando, analizando y auscultando sobre temas monetarios y financieros de Nicaragua. En mucho contribuye que cada vez más nicaragüenses tengamos acceso a esta información para poder tener una mayor comprensión de nuestra realidad económica.

Los invito también a dar seguimiento al resto de cursos, aun cuando no los tomen de manera presencial o virtual como está ocurriendo en este caso, ya que daremos acceso a todo el material a través de nuestra página web, para que aquellos interesados también puedan estudiar por cuenta propia.

Les agradezco en esta mañana su participación y mis deseos de que pasen un buen fin de semana.

Muchas Gracias

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