Presentación del Presidente BCN, Ovidio Reyes R., en encuentro de la Cancillería con Organismos No Gubernamentales

25/01/2023

Buenos días. Hay que destacar que en nuestro país el año pasado finalizó un segundo año de crecimiento económico después de la pandemia, y que nos estamos enrumbando a un tercer año de continuidad de ese crecimiento económico.

Hay elementos de recuperación que sobrevienen a cualquier shock. Así como cuando uno se enferma, después que se enferma, se recupera y entonces se ve una mejoría. La pregunta es si se va a volver a enfermar y si se va a retroceder nuevamente.

Y lo que nosotros hemos visto de nuestra economía es que nos hemos recuperado, y no hay manera de que nos volvamos a “enfermar”, y que tenemos todas las condiciones para continuar creciendo. Eso es importante porque siempre se pone una duda de si después de la recuperación vamos a tener la capacidad de continuar.

Pero lo cierto es que Nicaragua tiene bases muy sólidas, una fortaleza importante en el sector exportador, que ha sido la punta de lanza de la recuperación, del fondeo de la economía, y de la incorporación de mejores prácticas, buenas tecnologías de producción e irradia al resto de la economía.

El Ministro de Hacienda y Crédito Público (MHCP) ya destacó que son más de 7 mil millones de dólares (en exportaciones) y yo creo que ya los números están cerrando por cerca de 8 mil millones de dólares de exportaciones, 4 mil millones provenientes de las zonas francas y otros 4 mil millones provenientes de las exportaciones de bienes y servicios de nuestro país, son números enormes. Si pensamos que en 1991 el país apenas exportaba unos 300; 400 millones de dólares, entonces, el salto es importantísimo, es grande, es enorme. Nos hemos convertido en un país de una economía exportadora y abierta. ¡Bien abierta! Nuestro PIB ronda unos 14 mil millones de dólares. Entonces, 8 mil millones solo en exportaciones es un cambio estructural importante el que está teniendo nuestro país.

Y no sólo exportaciones, también inversión extranjera, que van a estar en unos 1,500 millones de dólares. O sea, estamos hablando que sólo en exportaciones y en inversión, el país se está fondeando con 9,500 millones de dólares. Son números grandes. Y si vemos el turismo que va a finalizar con unos 500 millones de dólares, entonces, ya estamos hablando de 10 mil millones de dólares solo en esos grupos de productos.

Y si, como mencionó el Ministro (MHCP), le sumamos las remesas que son 3 mil millones de dólares, estamos hablando de 13 mil millones de dólares de ingresos para nuestro país contra un PIB de 14 mil millones de dólares. Estamos hablando de que el fondeo de nuestra economía es del tamaño de nuestra economía. Y si las importaciones las agregamos, que son 10 mil millones de dólares, entonces, estamos hablando de que el país es eminentemente comercial.

Pasó de ser una economía tímidamente cerrada a ser una economía ampliamente abierta. Y la historia de éxito en el mundo es que países que logran alcanzar este estado, no los detiene nada, es decir, sólo continúan porque el país no se está viendo a sí mismo. Ya el problema no es qué vamos a comer, sino el problema es qué vamos a abastecer al mundo. Y eso ha cambiado radicalmente Nicaragua, el que en el campo se está pensando en qué produce para afuera, además del de adentro. Eso tiene pros y contras, pero son más los pros que los contras. Tiene el contra, que los precios se equilibran a nivel mundial y entonces los productos de exportación se encarecen a nivel interno, pero es que genera divisas y la generación de divisas genera rentas y al generar renta genera otras corrientes de bienes y servicios que compensan.

Entonces, esta base productiva que hoy contamos es condición suficiente para asegurar la continuidad del crecimiento. Así es que el 2023 va a ser también un buen año, eso es por seguro. Nos han dicho: ustedes son optimistas. Llevamos dos años diciendo que vamos a crecer y estamos creciendo, y eso no es ser optimista, es ser realista. Esa es la realidad, no hay otra, cualquier otra es oculta, no es cierta.

Entonces, vamos hacia ese tercer año de recuperación económica, en que creemos que podemos, en el mediano plazo, estar creciendo a un 4% mínimo. Antes teníamos todas las condiciones de crecer al 5%, bueno, por las razones que pasaron, bajamos un punto. Ahora vamos a crecer cuatro, pero estamos creciendo. Eso es lo más importante.

Si es por el lado del empleo, los indicadores del INSS muestran una recuperación de empleos. Cerramos el año pasado (2022) casi con 800,000 empleos formales de la Seguridad Social. Después de la pandemia, mucha gente decidió no volver al mercado laboral por múltiples razones y eso ha limitado la expansión del empleo. Es decir, la gente está trabajando con menos empleo, las empresas están trabajando con menos empleo. Eso aumenta la eficiencia, pero también aumenta los emprendedores, puesto que, si las empresas no emplean, entonces la gente busca y encuentra por otras vías.

Pero tenemos una tasa de desempleo bien baja que anda alrededor del 3%. En esa tasa, lo que recogemos es todos los ocupados, tanto los que se emplean por cuenta propia como los que se emplean por un empleador. Y lo que vemos nosotros es que hubo una reducción del subempleo y una mejora del empleo formal después de la recuperación. Pero le hace falta y eso es una buena noticia, porque si le hace falta significa que hay empleo para seguir creciendo más. Es decir, no tenemos deficiencia de la fuerza laboral, ahí está, excediendo y esperando nuevas oportunidades. Entonces, el empleo también va avanzando de la mano de la recuperación.

La inflación (interna) es internacional y las finanzas públicas están equilibradas. En Nicaragua, el déficit público bajó y la deuda pública (está) controlada, muy baja. De hecho, respecto a lo que ocurrió a los países en general que se endeudaron mucho, que aumentaron sus déficits públicos, Nicaragua fue todo lo contrario, no nos endeudamos, mantuvimos el déficit controlado y no hay condiciones para que surja una inflación interna.

Y el Banco Central, por el otro lado, mantuvo su política monetaria estable, el tipo de cambio estable y no expandimos la masa monetaria, todo lo contrario; todo lo contrario. Más bien nos llegaron a vender dólares al Banco Central, una señal clarísima de estabilidad. El problema es cuando le piden los dólares al Banco Central, eso sí es un problema. Eso significa que hay una escasez de divisas y entonces la gente anda con “sed” de dólares.

Entonces, llegan al Banco Central y los compran, eso genera presión en el tipo de cambio. El año pasado no ocurrió eso. El año pasado más bien nos llegaron a vender 360 millones de dólares. Más bien la presión es a que baje el tipo de cambio, no a que suba, y eso es otra buena señal de estabilidad. A lo interno no hay presiones inflacionarias, ni el Banco Central está emitiendo, ni el déficit público está descontrolado.

Todo viene (la inflación) de afuera porque, como les mencioné, la economía es tan abierta, es tan grande la apertura que cualquier “estornudo” afuera, lo sentimos adentro. Y en términos de precios, así ha sido. Cuando vemos las estadísticas de precios de las importaciones, estas crecieron más de un 40%, hasta 60% ciertos grupos de bienes importados. Y se reflejó eso en la economía interna: toda la inflación internacional. Les mencioné 10 mil millones de dólares de importación con un PIB de 14 mil millones, todos los precios se reflejan a lo interno.

Pero esta inflación internacional, como hay crecimiento, no está afectando el consumo, lo cual se vuelve un poco como contradictorio, porque cuando uno escucha el efecto de la inflación en la pobreza, y es cierto, la inflación afecta a los más pobres, pero el consumo está creciendo 8% en términos reales: es una inflación que no afecta el consumo. ¿Por qué puede ocurrir esto? Porque hay fuentes de financiamiento diversas, están las remesas por 3 mil millones de dólares, está el sistema financiero que reactivó el crédito. Entonces, si viene una inflación, entonces el público se endeuda, y sigue consumiendo. Nos da un dato, el Director de aduanas: 70,000 motos entraron a octubre. El consumo no para, la gente sigue adquiriendo bienes, continúa adquiriendo bienes electrodomésticos, continúa adquiriendo activos, autos. Entonces ha sido una inflación que no ha afectado el consumo en nuestro país.

Entonces, la corriente de gasto continúa y nosotros vemos los establecimientos comerciales llenos, los negocios llenos, hoteles y restaurantes en recuperación y por eso confiamos que es difícil que haya algo que lo detenga porque el “motor está encendido”. Y en la economía, cuando el “motor está encendido”, solo que venga algo extraordinario lo detiene, pero no se detiene. Así es, porque el entusiasmo emprendedor y de hacer negocios de la gente es el que prima al final y todo el mundo anda (pensando): “No, este es momento de trabajar, no es para estar descansando”. Entonces, tenemos un consumo en auge.

¿Dónde es que la inflación ha tenido efecto? En la inversión privada. ¿Por qué? Porque se encarecieron todos los materiales de construcción y es como contradictorio: se encarecen los bienes de consumo y la gente sigue consumiendo, pero se encarecen los materiales de construcción y la gente para porque son proyectos. Y claro, me imagino yo en los contratos, hay un contrato que dice te voy a hacer una casa por 30 mil dólares, y de pronto subieron los materiales de construcción y le dice el oferente: “No, ya no vale 30 (mil dólares), ahora vale 33 (mil dólares). No, ya no lo hago”. Entonces, eso frena los proyectos. Es inmediato el efecto.

Entonces, el efecto de la inflación ha sido en la inversión privada. Menos mal que a nivel agregado, la inversión pública ha continuado, eso ha compensado. Y la inversión agregada se mantiene, mantiene su ritmo. Eso es lo que hablábamos nosotros también y el Ministro de Hacienda nos exponía a nosotros de que iba a haber que activar más el gasto de inversión para poder compensar la baja que se ha observado en la privada. Y así, la economía continúe hacia adelante.

Pero los precios es algo que creemos nosotros, ya está empezando a descender a nivel mundial. Se habla ya de dos meses consecutivos de estabilidad de precios, incluso de baja de precios en algunos países industriales. Los precios de las materias primas y los bienes principales ya se contuvieron, los precios de alimentos comenzaron a bajar a nivel mundial y entonces nosotros esperaríamos que hacia este semestre ya los precios se estabilicen más.

Entonces, los principales parámetros macroeconómicos, tienen que ver con: actividad económica en crecimiento, empleo estable y baja tasa de desempleo, inflación alta, fue más de un 11%, pero que la vemos en perspectiva hacia la baja, y un sector exportador en expansión, son los que caracterizan en este momento a nuestra economía. Creo que es una oportunidad para todos los que estén haciendo negocios, hacer planteamientos de negocios, es el mejor momento de hacerlo. Años atrás no, porque había mucha incertidumbre, el coronavirus generó mucha incertidumbre. Yo no podía decirle a alguien: “sí, este es un buen momento de hacer negocio”, los voy a arruinar más bien, sí le decíamos que hiciera un negocio en ese momento, pero hubo quien lo hizo. Los que sí se toman los riesgos y les va bien, no necesariamente mal. Hubo otros que les fue mal, eso así es. Pero en este momento que hay recuperación, que hay expansión económica, pues este es un buen momento de hacer negocios y un momento de aprovechar la oportunidad.

Por último, me voy a referir al tema financiero. La economía financiera también va evolucionando positivamente. Los depósitos creciendo a dos dígitos, más del 10%. Creo que ha sido un elemento fundamental la capacidad de ahorro fuerte que ha tenido nuestra economía, las empresas, los negocios.

Nosotros llevamos indicadores de seguimiento de las familias a nivel agregado y se vio claramente que después de la pandemia o durante la pandemia las familias aumentaron mucho el ahorro, bastante, y salieron de deudas. Creo que hay un cambio ya en la mentalidad del nicaragüense de que hay que honrar las deudas. Eso ya se está afianzando cada vez más y se ve en los datos. La mora en las instituciones financiera es bien baja, una mora del 3% y en las micro financieras que históricamente habían tenido mora de hasta el 20%, andan en el 6%, 5%, de mora. Y durante la pandemia las familias salieron de las deudas.

Es una cosa increíble cómo se ve que la gente ahorró mucho, salió de las deudas. El mucho ahorro, también es malo. Miren que increíble para la macroeconomía. A nivel privado es bueno tener mucho ahorro, pero a nivel agregado en la macroeconomía, como se ahorró mucho y eso bajó el gasto, baja el gasto agregado, y al bajar el gasto no hay quien compre porque todo el mundo está ahorrando.

Bueno, eso pasó con el Coronavirus, se ve cómo aumentó el ahorro fuertemente y eso también ayudó muchísimo a las instituciones financieras y andaban urgidas de dinero y tenían a las familias ahorrando y se acumuló mucha liquidez. De hecho, el Banco Central también acumuló mucha liquidez porque nadie quería gastar con la pandemia, todo el mundo se apretó, era un ajuste automático. No hubo que apretar la Hacienda pública, no hubo que apretar la política monetaria. Las familias se apretaron y eso fondeó al sistema financiero y ahora ya el sistema financiero tiene una base de ahorro bien fuerte, nacional. Bajaron la deuda también ellos con los bancos exteriores, trabajaron fuertemente. Eso es bueno para el país porque te deja menos expuesto al financiamiento externo. Y ahora ellos están expandiendo el crédito con fuente propia con base a ahorro nacional, y eso les ha permitido mantener las tasas de interés estables, a pesar que en el mundo se están incrementando y además tener buena rentabilidad también.

Entonces tenemos también en este momento un sistema financiero sano, un sistema financiero que está generando sus propios recursos para la actividad crediticia y eso va a contribuir también a la expansión.

Entonces, cuando ustedes suman todo eso que les acabo de decir, no hay quien pare el crecimiento, viene. Eso es un elemento que nosotros hemos compartido con los organismos internacionales. El Ministro (MHCP) les habló de las buenas notas que tuvimos el año pasado con estos organismos y la evaluación que tuvimos de Standard & Poor’s, positiva. La salida de Nicaragua de la lista gris del GAFI y volver al redil de los países, sin ese problema. Tuvimos también la evaluación positiva del Fondo Monetario Internacional. De hecho, ahora, en fines de la próxima semana, vamos ya a la evaluación del Directorio del FMI y va en positivo. Ya vimos los documentos, vamos bien.

Entonces, todas esas cosas que están señalándose nos indican que tenemos otro año de éxito para Nicaragua en ese concurso, pues, invitamos a todos a montarnos en el carro y a continuar en este rumbo de progreso y de estabilidad.

Muchas gracias.

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