Presidente del BCN, Ovidio Reyes R. Exposición “Retos de la Educación Superior Agraria en la Lucha contra la Pobreza”
Buenas Tardes. Deseo agradecer la invitación para participar en este magno evento y saludar al Rector de la Universidad Nacional Agraria, Ingeniero Máster Alberto Sediles Jaen, así como al resto de autoridades, docentes, investigadores y alumnos de esta prestigiosa Universidad. Muchas gracias a todos por su presencia.
La formación de profesionales en el campo de la agricultura, ganadería, silvicultura y resto de profesiones que le acompañan es de gran interés para nuestra nación. La labor en las universidades nacionales es abordar estos campos con sentido académico, pero sobre todo práctico, como corresponde con la ingeniería, ya que su aplicación se vincula directamente con la producción, el manejo, la comercialización e investigación en los cultivos, lo que incluye por extensión el uso racional de los bosques, la tierra, el agua y los materiales para la producción agropecuaria. La generación de tecnologías que incorporen nuestra manera de hacer las cosas ayuda a reducir la dependencia tecnológica y económica, lo que beneficia a todos los agricultores y hasta los consumidores.
Abordar estos temas con rigor científico es labor clave de la Universidad Nacional Agraria, para entregar soluciones a los grandes retos agropecuarios que presenta nuestro país.
No voy a profundizar en estos conceptos que son bien dominados por ustedes, me voy a referir más bien a las políticas agropecuarias que ilustren en su quehacer con el fin de formar profesionales que coadyuven al gran objetivo de alcanzar una mayor producción que genere empleos e ingresos que contribuyan a la reducción de la pobreza.
Políticas Agropecuarias.
El sector agropecuario ha venido presentando importantes avances durante los últimos quince años. Se han observado avances en el rendimiento de los cultivos, en el incremento de la producción nacional, se han incorporado nuevas tecnologías en el campo, se han adoptado nuevos métodos de producción, el consumo nacional y las exportaciones agropecuarias han crecido, por mencionar los hechos más destacables. El detalle de estos avances se encuentra incorporado en una presentación reciente del Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio 2023, en donde se presentan los detalles para cada actividad y rubros, y que los invito a consultar.
Las principales políticas agropecuarias que se están implementando y se encuentran delineadas para el futuro inmediato en el Plan, son las siguientes:
- Seguridad y soberanía alimentaria, con el fin de alcanzar una mayor producción que asegure los alimentos en los mercados internos y de exportación;
- Productividad y competitividad, que aumente el rendimiento de los primordiales rubros y garantice una alimentación nutritiva y saludable;
- Educación y formación para la producción, para fomentar el desarrollo del talento humano de las familias productoras, a través de formación, capacitación y transferencia de conocimientos;
- Investigación, innovación y tecnologías productivas, para generar nuevas tecnologías y prácticas agropecuarias que aporten al mejoramiento genético, manejo sostenible de cultivos y animales, que faciliten su adaptación frente a la variedad climática;
- Protección y conservación de la madre tierra, para el fortalecimiento del sistema nacional de áreas protegidas y el establecimiento de corredores biológicos;
- Forestal, que procura promover la conservación y aprovechamiento sostenible de los bosques;
- Comercial, para propiciar el desarrollo de los sectores productivos y el abastecimiento nacional y del exterior;
- Financiamiento e inversiones, promoviendo proyectos de inversión socio productivos para aumentar la producción nacional de bienes y servicios;
- Agro industrialización, para fortalecer la integración de las cadenas de valor con la producción agropecuaria; y
- Seguridad en el campo, a fin de fortalecer el sistema de vigilancia en las zonas productivas.
Este conjunto de políticas constituye los lineamientos en los que gira toda la acción agropecuaria. Las acciones han permitido poder llegar a miles de productores y empresas, quienes se han beneficiado de los diferentes servicios, capacitaciones e información que se brinda desde las instituciones públicas que participan en este concurso.
Desarrollo Agropecuario.
El desarrollo del sector agropecuario se ha venido alcanzado con pasos firmes, con unos sectores avanzando más que otros, pero al final todos generando más valor y, con ello, mejorando los ingresos y el nivel de vida de las familias en el campo.
En conjunto, los sectores agrícola, pecuario y silvícola, representan el 16.5% de la producción nacional, medida a través del producto interno bruto. Lo relevante es que, a partir de esta participación, se deriva una corriente de actividades subsiguientes en la agroindustria, comercialización, transporte, servicios financieros y exportación que dinamizan la corriente económica para satisfacer las necesidades de consumo de la población y los demandantes externos.
Es un hecho destacado que Nicaragua ha dado grandes saltos en la producción de alimentos. De manera agregada, el país produce más alimentos que los que consume a nivel nacional, lo que se refleja en que las exportaciones de alimentos superan dos veces las importaciones de alimentos. Esto nos presenta como país productor neto de alimentos, hecho que va creciendo con el tiempo. Muchos de los bienes que anteriormente se producían exclusivamente para al consumo nacional ahora se transan a nivel internacional. Ejemplos de estos bienes son los derivados de la leche y el frijol rojo, entre muchos otros. Esta nueva realidad, que se adiciona a la tradicional producción de bienes para la agro exportación, induce a que nuestros productores, financiadores y comercializadores tengan una visión de mayor alcance y den seguimiento a los mercados tanto nacionales como internacionales, así como sus precios. También promueve la absorción de nuevas tecnologías de mayor productividad y calidad, para aumentar la competitividad que asegure el éxito de sus bienes.
El orden de magnitud de nuestras exportaciones también es relevante. Las exportaciones agropecuarias impulsan al resto de exportaciones totales al representar el 35% del total exportado en el país, mientras que, el total exportado del país representa el 49% del Producto Interno Bruto. Nunca antes en su historia, Nicaragua había tenido tanta significancia en términos de la dinámica comercial externa, lo que nos motiva a asegurar que ya hemos fundado un proceso continuo de capacidad exportadora. Es muy conocido que un proceso exportador que inicia es muy difícil de revertir, por la dinámica virtuosa que se produce en la inversión, producción, comercialización y el consumo. La mejora en la calidad de los bienes sucede con el surgimiento de una marca país que gana cada vez más reputación, aumentado así la demanda del resto de bienes de la economía. Cabe esperar, entonces, que en el futuro Nicaragua profundice su modelo exportador y se consolide como una economía cada vez más inserta en los mercados internacionales.
Otra característica estructural del sector agropecuario es que ha demostrado ser resiliente frente a todo tipo de perturbaciones. El cambio climático supone su mayor reto, porque las alteraciones climáticas llegan a afectar los cultivos, variedades y hasta insumos. El entorno internacional volátil y los problemas internos pueden llegar afectar a la producción agropecuaria. Sin embargo, aun cuando lo anterior parece tener sus fundamentos, lo cierto es que el sector agropecuario ha podido resistir todo tipo de perturbaciones. Se ha mantenido firme y no ha presentados reveses significativos. Todo lo contrario, frente a las adversidades, el sector agropecuario no ha parado de crecer y de generar riqueza.
En este sentido, es que el sector agropecuario ha llegado a constituirse en un pilar económico de nuestro país de mucha resiliencia. Por esta particularidad demostrada, Nicaragua debe continuar apostando por el desarrollo de su agricultura, ganadería y silvicultura, enfocando sus políticas y acciones para profundizar su crecimiento.
Reducción de la Pobreza.
En la literatura del desarrollo se encuentran ampliamente explicadas las razones por las que el sector rural, aun cuando es un sector dinámico y que emplea mucha población, presenta desventajas en las relaciones de intercambio con respecto al resto de sectores. Los trabajadores agrícolas reciben menos salarios que los trabajadores de la ciudad. Algo similar ocurre con las rentas. Esto conduce a que la pobreza en el campo sea mayor que en la ciudad.
En Nicaragua, las encuestas de medición del nivel de vida presentan resultados positivos en términos de reducción de la pobreza en general y de la pobreza extrema. Sin embargo, cuando se observan los sectores, la pobreza general, aun cuando ésta se ha reducido, es tres veces superior en el sector rural que en el área urbana. Igual ocurre con el empleo y otros indicadores socio económicos que muestran que el nivel de vida en el campo es menor que en la ciudad.
Una manera de atacar este problema estructural, es aumentando las capacidades de los trabajadores rurales para mejorar su productividad y así mejorar su ingreso. De ahí que el conjunto de políticas públicas incluya mucha capacitación técnica y profesional para el campo. También se incluye el uso de tecnología de la información y visitas en el campo que faciliten a mejorar los conocimientos.
La provisión de información en el campo es clave. La difusión masiva de los conocimientos, de los precios, de los volúmenes de producción, de su comercialización, de las demandas de los bienes y de las condiciones climáticas, apoya y facilita los mercados y las correctas decisiones de empleados y empleadores.
La inversión en infraestructura, desarrollo de proyectos agropecuarios, y el acceso al financiamiento son condiciones para facilitar la producción y generar mayor valor agregado. Esto conllevará a la mejora de los salarios, el aumento del consumo y la satisfacción de las familias en el campo que continúe apoyando la reducción de la pobreza.
Este enfoque de desarrollo para reducir la pobreza, requiere de mucha formación profesional, técnica e investigativa, de ahí que la formación académica en la Universidad Nacional Agraria, será fundamental para entregar a los profesionales y técnicos que se harán cargo de estas cadenas de producción, comercialización y distribución tanto en el campo como en la ciudad.
Conclusión
Nicaragua tiene un potencial agropecuario que está siendo aprovechado por todos sus protagonistas, lo que ha mejorado el nivel de vida y promovido el crecimiento y el desarrollo del país. La agricultura, ganadería y silvicultura son un pilar resiliente de nuestra economía y como tal debe continuar siendo fomentada por el Estado, para seguir avanzando en alcanzar la total la seguridad alimentaria en todos los rubros y promover las exportaciones.
La Universidad Nacional Agraria, tiene una gran responsabilidad en formar a los futuros profesionales que atiendan los principales retos en el campo, pero principalmente para aumentar la producción mediante la incorporación de tecnologías y soluciones agropecuarias.
Estamos convencidos que con el concurso de todos los nicaragüenses lograremos alcanzar los resultados esperados en los planes y políticas implementadas, porque ya hemos venido avanzando con éxito en la producción de alimentos para el consumo nacional y las exportaciones, que nos aseguren continuar aumentar los ingresos que reduzca aún más la pobreza.