Presidente del BCN, Ovidio Reyes R. Presentación de evolución económica reciente y perspectivas ante Asamblea Nacional de Nicaragua
Buenos días compañero Gustavo Porras, Presidente de la honorable Asamblea Nacional, miembros de la junta directiva, diputados y saludos a todos los presentes. Muchas gracias por invitarme a esta sesión plenaria para explicar la evolución económica reciente y las perspectivas que visualizamos desde el Banco Central de Nicaragua para el año 2023.
Nuestra economía, por segundo año consecutivo continuó registrando una evolución económica positiva, con crecimiento de la actividad económica y del empleo, indicadores financieros estables y un sector público con finanzas sanas. Podemos afirmar con seguridad que los fundamentos de la economía se han podido preservar y, por lo tanto, se ha afianzado la continuidad de la bienandanza económica precedente que se vio interrumpida transitoriamente por perturbaciones internas y externas como la generada por la pandemia del COVID-19 y el impacto de los huracanes.
El país se puso a prueba a raíz de estas tensiones y Nicaragua pudo salir al frente, destacándose su fortaleza, que principalmente descansa en la alta resiliencia del sector primario de nuestra economía: agricultura, ganadería, pesca, minería y silvicultura, que hoy presenta una base exportadora fortalecida que se ha visto incentivada por los buenos precios y mercados que han encontrado nuestros productos. Hoy por hoy, nuestro país pasó de ser una economía semi cerrada a una economía ampliamente abierta al comercio e insertada en el concurso internacional que genera recursos suficientes para el fondeo de nuestra actividad económica y la estabilidad global. Este elemento es distintivo y es una garantía para asegurar que el crecimiento económico continúe en el presente y en los próximos años.
En 2022 la actividad económica mantuvo una trayectoria de crecimiento que se reflejó en todos los sectores. Así, la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) al tercer trimestre de 2022 muestra que todas las actividades económicas están en la senda de crecimiento, independientemente que, por períodos o estacionalidades, una u otra actividad pueda mostrar reducción en su desempeño. Asimismo, de acuerdo con datos del Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de noviembre de 2022, se confirma que la economía está en curso a terminar el año conforme a lo previsto, con un crecimiento en un rango de entre 3.5 - 4.5 por ciento, liderado por los sectores primario y secundario, con actividades destacadas por su orientación exportadora, como la agropecuaria, pesca y manufactura. Asimismo, se constata que las actividades de servicios han entrado en una fase de mayor dinamismo, con altas tasas de crecimiento interanual en las actividades de hoteles y restaurantes, transporte y comunicaciones, intermediación financiera y el comercio. Por el lado del gasto, las exportaciones y el consumo privado lideraron el impulso económico en 2022, siendo las exportaciones un factor de fortaleza de la economía, en un contexto de buena demanda y altos precios internacionales de los productos exportables.
El empleo se continuó recuperando, el empleo formal aumentó y se redujo el sub empleo. Esto se manifiesta en que la tasa de desempleo abierto continúa disminuyendo, aunque la tasa de participación laboral permanece por debajo de los niveles del primer trimestre de 2020, previo a la pandemia, lo que obedece a un fenómeno global asociado a los efectos de la pandemia del COVID-19, el cual se manifiesta en que hay una menor proporción de personas en edad de trabajar que se encuentran activas laboralmente. La tasa de empleo formal se ubicó en 24 por ciento de la población ocupada, aumentándose, mientras que la tasa de subempleo se redujo al 38.3 por ciento. Por el lado de la afiliación al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el número de afiliados alcanzó 783,384 en diciembre de 2022.
Los precios domésticos, por su parte, continuaron presionados al alza por factores externos. En medio de un conjunto de resultados económicos positivos a nivel doméstico, el país ha tenido que enfrentar el fenómeno inflacionario global, el cual se ha traspasado a los precios nacionales, haciendo que la inflación nacional sea principalmente de naturaleza importada. Las principales economías del mundo presentaron en 2022 elevados precios derivados de la pandemia del COVID-19 y los bancos centrales han reaccionado subiendo las tasas de interés para moderar el gasto agregado, incluyendo a nuestro país. Así, como resultado del aumento de los precios de los productos importados, entre los que se destacan los bienes de capital e intermedios para la producción, en 2022 la inflación interanual nacional se ubicó en 11.59 por ciento.
El traspaso de la inflación internacional se reflejó en una mayor contribución de la división de alimentos y transporte, que han sido las divisiones más afectadas por los precios internacionales. Por otra parte, el comportamiento de los precios a nivel global se ha reflejado en aumento de los costos de producción, principalmente en las divisiones asociadas a la producción de alimentos. No obstante, las medidas de política han atenuado las presiones inflacionarias, en particular, la política del Gobierno de implementar un subsidio generalizado a los precios de la gasolina, diésel y gas butano de uso domiciliar. Asimismo, el incremento de precios ha sido limitado por la baja en 2022, en la variación del tipo de cambio, producto de la política de reducción de la tasa de deslizamiento cambiario implementada desde 2019. Sin embargo, a pesar de estos aumentos de precios, el consumo agregado no se ha reducido y las ventas comerciales en la economía están creciendo en 8 por ciento en términos reales lo que se explica por la mayor dinámica económica, la reactivación del crédito y las diversas fuentes de fondeo del sector privado.
Las variables monetarias mantienen un buen desempeño, generando espacio para el crecimiento. En este sentido, todos los agregados monetarios crecieron en términos interanuales al cierre de 2022, en particular, la base monetaria, los depósitos y el agregado monetario más amplio (M3A) crecieron a tasas de dos dígitos. Por otra parte, el buen desempeño de los flujos externos y la posición en córdobas de los bancos y el Gobierno ha propiciado que se registren compras netas de divisas en la mesa de cambio del Banco Central de Nicaragua, favoreciendo la estabilidad del mercado cambiario, reflejada en una brecha cambiaria que no ha excedido el 0.5 por ciento, lo que indica suficiente fondeo de divisas. Así, el Banco Central no ha tenido demanda de venta de divisas, sino más bien ha comprado divisas para mantener el equilibrio monetario y satisfacer la mayor demanda por córdobas. Este cambio de comportamiento en el mercado es relevante, porque indica que la economía está demandando más córdobas e induciendo a un menor y no a un mayor tipo de cambio.
Por esa razón es que el Banco Central en enero adoptó una reducción adicional de un punto porcentual del deslizamiento cambiario. El que ahora se ubica en 1% anual, política que continuaremos implementando gradualmente para continuar avanzando en el fortalecimiento del córdoba.
El desempeño monetario y fiscal ha favorecido el fortalecimiento de las Reservas Internacionales Brutas (RIB) del Banco Central. De esta forma, durante 2022 las reservas brutas se incrementaron en 357.9 millones de dólares, finalizando con un saldo histórico de 4,404.4 millones de dólares y una cobertura de 2.8 veces la base monetaria y de 7 meses de importaciones excluyendo las zonas francas, permitiendo alcanzar una posición de reservas que potencia aún más la capacidad para resguardar el régimen cambiario vigente.
La intermediación financiera mostró una evolución positiva, consolidándose el crecimiento del crédito. El dinamismo de la actividad económica está incidiendo positivamente sobre las expectativas de los agentes económicos y la capacidad de pago de los hogares y de las empresas. El sistema financiero nicaragüense continúa mostrando una posición sólida y de resiliencia, con niveles de capital y liquidez superiores a los mínimos regulatorios. En este año, destacó la consolidación de la recuperación crediticia, reflejada en aumentos de la cartera, apalancados principalmente por los mayores depósitos del público. Así, a diciembre de 2022, los depósitos crecieron 12.9 por ciento, mientras que el crédito creció 15.3 por ciento en términos interanuales.
La mayor entrega de crédito se vio acompañada de mejoras en la calidad de la cartera e incremento en la rentabilidad del sistema bancario y financieras. Así, se observó reducciones en la cartera en mora y en riesgo, lo que favoreció una mejora en la rentabilidad.
Los flujos externos siguen aumentando, favorecidos por el contexto internacional. Este aumento se produce tanto por la coyuntura de altos precios internacionales como por la permanencia de una base exportadora fortalecida, que sigue aprovechando las oportunidades del comercio exterior. Así, el valor de las exportaciones totales de mercancías y zonas francas crecieron en 15.5 por ciento en el período de enero-noviembre 2022 respecto a 2021.
También las remesas se incrementaron y se ubicaron en un monto de 3,225 millones de dólares en 2022.
La Inversión Extranjera ascendió a 1,160.6 millones de dólares al tercer trimestre y el turismo se ubicó en 411 millones de dólares en el mismo período.
Esperamos que la dinámica positiva observada en el año 2022 se mantenga durante el año 2023 así como en el mediano plazo. Para el 2023 se estima un crecimiento del PIB en un rango de entre un 3.0 y 4.0 por ciento. La inflación esperamos que se reduzca y finalice en un rango de entre 5.0 y 6.0 por ciento. Ya los precios de los principales productos internacionales han comenzado a descender, entre ellos el petróleo, así como de los alimentos, por lo que esperamos que la inflación nacional se modere a partir del primer semestre de 2022.
Es importante destacar que la recuperación económica del país ha sido reconocida por organismos internacionales. En la evaluación del artículo IV del Fondo Monetario Internacional recién realizada la semana pasada se señala la sólida recuperación económica y las perspectivas favorables de Nicaragua. Por su parte, la agencia de calificación soberana Standard & Poor´s mejoró las calificaciones de largo plazo del país, considerando entre otras cosas al bajo déficit fiscal, los niveles de deuda estables y un sector financiero resiliente. Asimismo, el GAFI reconoció el progreso de Nicaragua en la mejora de los elementos de su régimen Anti Lavado de Dinero y Contra el Financiamiento del Terrorismo (ALD/CFT), sacando a Nicaragua de la lista gris.
Aún cuando a nivel internacional están presentes riesgos a la baja, la economía de Nicaragua cuenta con sus fortalezas para mitigarlos. La principal fortaleza es el alto grado de apertura que se ha alcanzado, destacándose al sector exportador y la inversión extranjera. Adicionalmente, el sistema financiero ha presentado una buena capacidad para recuperar su estabilidad y continuará facilitando la reactivación de la intermediación financiera. La economía emprendedora y de negocios ha podido absorber las perturbaciones y es una gran amortiguadora de empleo, colaborando en gran medida en la recuperación económica y el crecimiento. Mientras que la política fiscal ha generado recursos para apoyar el crecimiento económico y crear márgenes fiscales, los que, aunado a la política monetaria, han resultado en mayores ahorros nacionales, fortaleciendo la capacidad de la economía para hacer frente a potenciales impactos adversos.
Con estas fortalezas económicas, el país está prácticamente blindado frente a futuros acontecimientos adversos y son una condición suficiente que garantizan la continuidad del crecimiento económico y la estabilidad macrofinanciera.
Agradezco mucho su atención y les deseo a todos que pasen una buena mañana.