Presentación del Informe Anual 2014 a la Asamblea Nacional, Presidente del BCN Ovidio Reyes Ramírez R., 3 de junio 2015

03/06/2015


Buenos Días, Honorable Diputada Iris Montenegro, Presidente de la Asamblea Nacional por la Ley, Honorables Miembros de la Junta Directiva, Honorables Diputados y Diputadas ante esta Asamblea Nacional, Representantes de los Medios de Comunicación, invitados todos. Me complace dirigirme a ustedes para presentarles el Informe Anual del Banco Central de Nicaragua correspondiente al año 2014.

Durante 2014, la economía nicaragüense continuó desempeñándose de forma positiva, caracterizada por crecimiento económico y del empleo, estabilidad de precios, consolidación de las finanzas públicas y un nivel de deuda pública sostenible. Todo lo anterior se desenvolvió en un contexto internacional favorable, particularmente por el dinamismo en la mayoría de los principales socios comerciales, aunque con un resultado mixto en la recuperación de los precios de los productos de exportación.

La economía mundial se distinguió por un crecimiento económico estable pero con marcada divergencia entre los principales países, sobresaliendo la aceleración de Estados Unidos, la frágil recuperación de la Zona Euro, y la desaceleración de las economías emergentes. En general, según el Fondo Monetario Internacional, la tasa de crecimiento mundial en 2014 se mantuvo constante con respecto a 2013 y se ubicó en 3.3 por ciento.

Por su parte, el comportamiento de los precios mundiales se distinguió por la reducción de los precios de materias primas, resaltando la disminución de los precios del oro y del petróleo. La evolución de estos precios externos incidió en los resultados de la balanza de pagos del país, como veremos más adelante.

Se estima que el crecimiento del PIB en 2014 fue de 4.7 por ciento, impulsado por un mayor dinamismo de la demanda y de la oferta agregada. Respecto a la primera, tanto la demanda interna como la externa contribuyeron positivamente a la actividad económica, principalmente por el impulso del consumo de los hogares. Por el lado de la oferta, la mayoría de las actividades económicas mostraron incrementos en su valor agregado, principalmente comercio y servicios, debido a mayores transacciones e importaciones de bienes de consumo duradero y no duradero, y manufactura por aumentos en la producción de carnes y pescados y otros alimentos, así como maquinaria y equipos de transporte.

La economía nicaragüense ha registrado un crecimiento sostenido con una tasa promedio de 4.8 por ciento durante los años 2010-2014, superior al crecimiento promedio de 3.9% para Centroamérica y República Dominicana y al crecimiento de 3.5% para Latinoamérica y el Caribe.

En particular, el PIB medido por el lado de la oferta, registró un mayor aporte de servicios y comercio con 3.0 puntos porcentuales, seguido de manufactura que contribuyó con 0.6 puntos porcentuales, y las actividades agricultura y pesca con 0.6 puntos porcentuales.

Consistente con lo anterior, el empleo mostró una evolución positiva. La afiliación al INSS se comportó en línea con la actividad económica nicaragüense, registrando un crecimiento de 5.4 por ciento interanual. Según datos de la encuesta continua de hogares del INIDE, la tasa de desempleo abierto al tercer trimestre se alcanzó 6.8 por ciento. (Población desocupada abierta / Población económicamente activa).

Por su parte, los salarios nominales crecieron impulsados por los ajustes tanto del salario mínimo aprobado por el Ministerio del Trabajo, como del salario promedio de los trabajadores del Gobierno Central. En particular, el salario promedio nominal de los afiliados al INSS registró un crecimiento de 7.8 por ciento. Por el lado de los salarios reales para los trabajadores el Gobierno Central y afiliados al INSS, éstos crecieron 2.6 y 1.7 por ciento, respectivamente, siendo el incremento del poder adquisitivo de afiliados al INSS el mayor en los últimos 4 años.

En el ámbito del poder adquisitivo, la dinámica de precios de 2014, aunque mayor que la del año anterior, se mantuvo por debajo del promedio de los últimos cuatro años, lo que muestra una tendencia de estabilidad. Así, la inflación acumulada a diciembre 2014 cerró en 6.48 por ciento (5.67% a diciembre 2013), resultado que se vio influenciado por el comportamiento irregular de la temporada de lluvia, lo que provocó la reducción en la oferta doméstica de granos básicos y ciertos perecederos y bienes y servicios relacionados. Esto fue contrarrestado por la caída en los precios internacionales del petróleo y sus derivados durante el último trimestre del año, además de la permanencia de las políticas de subsidios y de estabilización de precios en los granos básicos impulsadas por el Gobierno.

En término de divisiones del índice de precios al consumidor, la que más aportó a la inflación fue la de alimentos y bebidas no alcohólicas, mientras que la de transporte reflejó la contribución más negativa. En particular, la división alimentos y bebidas no alcohólicas mostró una inflación acumulada de 11.74 por ciento (5.98% en 2013), representando un aporte de 4.20 puntos porcentuales a la inflación nacional. El caso más significativo en esta división fue el aumento del precio del frijol rojo con una contribución de 0.87 puntos porcentuales a la inflación.

En 2014 el desempeño del Sistema Financiero Nacional fue robusto, exhibiendo una tasa de crecimiento de los depósitos acelerada y una expansión estable del crédito, lo cual dio lugar a una convergencia en ambas tasas. Así, el dinamismo en las captaciones de depósitos fue de 19.0 por ciento, mientras que la cartera bruta mostró un crecimiento de 19.4 por ciento. Por sectores institucionales, la cartera de los hogares fue la más dinámica, mientras que por tipo de deudor el mayor crecimiento correspondió al crédito ganadero, y el comercial fue el de mayor participación. Adicionalmente, indicadores de rentabilidad, liquidez y riesgo del sistema financiero nacional continuaron reflejando la sanidad del sistema.

El Sector Público No Financiero finalizó 2014 con un déficit después de donaciones de 1.5 por ciento del PIB. Este déficit reflejó principalmente el mayor gasto de capital, en su mayoría del resto del sector público no financiero. No obstante, el Gobierno Central mostró un mejor desempeño respecto a lo planificado, con un déficit después de donaciones de 0.3 por ciento, siendo que su proyección en el Programa Económico y Financiero fue de 0.5% del PIB. Este mejor desempeño estuvo en línea con una evolución positiva de la recaudación tributaria y una política de gasto prudente.

En cuanto a la deuda pública total, ésta alcanzó la cifra de 5,800 millones de dólares, equivalentes al 49.1 por ciento del PIB de 2014, reflejando una reducción de 4.2 puntos porcentuales con respecto a 2013. Esta evolución de la deuda refleja una política de endeudamiento público externo e interno responsable.

El sector exportador mostró una recuperación al crecer 9.6 por ciento en 2014 (-10.1% en 2013), la cual fue impulsada por el aumento en la demanda de la mayoría de
nuestros principales socios comerciales, combinado con la expansión productiva particularmente de los sectores manufactura (carne, azúcar y lácteos) y agrícola (café, maní y frijoles). La minería y la pesca se vieron afectadas por las caídas en los precios internacionales tanto del oro como del camarón, lo que redujo el valor exportado de dichos rubros. Las exportaciones de zona franca por su parte crecieron 7.2 por ciento, como resultado de mayores exportaciones de textiles y productos pesqueros y calzado.

Las importaciones de mercancías mostraron un crecimiento de 3.9 por ciento (-3.4% en 2013), determinadas principalmente por mayores importaciones de bienes de capital, especialmente de industria, y bienes de consumo, lo cual fue congruente con la dinámica de la actividad económica del país. No obstante, se registró una menor factura petrolera por 4.1 por ciento, producto de la caída de los precios internacionales del petróleo.

De esta forma, el intercambio con el resto del mundo estuvo positivamente influenciado por la recuperación de la economía estadounidense y su impacto en economías relacionadas, la reducción en los precios internacionales del petróleo y el dinamismo de los sectores productivos nacionales, lo cual fue parcialmente contrarrestado por la caída del precio del oro. El resultado final fue una reducción en el déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos como porcentaje del PIB de 4 puntos porcentuales respecto a 2013, alcanzando un monto de 838.1 millones de dólares, equivalente a 7.1 por ciento del PIB.

La conducción de política monetaria en coordinación con la política fiscal permitió alcanzar un saldo récord de reservas internacionales brutas (RIB) de 2,276.2 millones de dólares (14.2% superior a 2013). Este resultado estuvo determinado principalmente por una mayor absorción de recursos internos y entrada de recursos externos. Así, se logró una cobertura de RIB a base monetaria de 2.6 veces y de 4.7 meses de importaciones, niveles que refuerzan la credibilidad en el régimen cambiario.

En este contexto de cierre de 2014, las perspectivas económicas para 2015 también se mantienen positivas. Para el presente año se mantiene el rango de crecimiento esperado entre 4.5-5 por ciento, lo que estará respaldado por un mejor contexto internacional en términos de crecimiento de nuestros principales socios comerciales y de precios de materias primas. No obstante, persistirían riesgos como las variaciones en el precio del petróleo y presiones al alza en las tasas de interés internacionales. Desde el punto de vista interno, también continuamos vulnerables a eventos relacionados al cambio climático. Así, se espera que las políticas macroeconómicas y sectoriales que se están implementando propicien una tasa de inflación en un rango entre 6.0 y 7.0 por ciento, se mantenga la estabilidad financiera, y se continúe con la senda de fortalecimiento de la sostenibilidad fiscal y externa del país.

Para finalizar, quisiera hacer una reflexión en torno a los resultados macroeconómicos 2014 y las perspectivas de futuro. Si bien la economía nacional ha venido evolucionando positivamente, no podemos dejar a un lado el hecho que nuestro PIB por habitante es aún muy bajo, alcanzando 1,905 dólares por habitante, en comparación, el PIB por habitante promedio de Centroamérica es de 5,260 dólares por habitante.

Si bien se registran avances y buena dinámica en el campo macroeconómico, permanecen desafíos importantes. El mercado laboral presenta un alto porcentaje de empleo informal, mientras que el 42% de nuestra población continúa viviendo en condiciones de pobreza. A estas personas les resultará difícil entender los resultados macroeconómicos porque aún no se traducen en una mejora significativa de su nivel de vida.

Sin embargo, lo más importante, es que la estabilidad macroeconómica que hemos alcanzado en un modelo de diálogo, alianzas y consenso amplio entre el Gobierno y las principales fuerzas productivas, crea oportunidades para continuar aumentando el ritmo de producción y atraer inversiones que generen nuevos empleos y nos permitan poco a poco salir de la pobreza. A esto es lo que debemos continuar apostando todos los nicaragüenses para alcanzar cada vez mayores niveles de bienestar y prosperidad.

Muchas Gracias.

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