“SEMINARIO DE POLÍTICA MONETARIA Y ESTABILIDAD FINANCIERA” Ovidio Reyes R., Presidente del Banco Central de Nicaragua 25 de septiembre 2014

25/09/2014


Buenos días. Les agradezco a todos su presencia en el seminario de “Política Monetaria y Estabilidad Financiera”. Antes de comenzar quisiera compartir y hacerles partícipes de nuestro júbilo como nicaragüenses por ser septiembre el mes de la libertad y la independencia de nuestra nación. Septiembre es un mes de alegría para Nicaragua, pero también para otros países cuyos representantes están aquí presentes como Costa Rica y México, pues celebramos la creación de nuestra nación independiente y soberana. Todos los pueblos latinoamericanos y del Caribe compartimos lazos históricos y culturales comunes que nos unen y nos hermanan mucho más allá de las diferencias.

Es en este contexto fraterno que nos reunimos el día de hoy para dar inicio a este seminario sobre política monetaria y estabilidad financiera. Por esta atmósfera de hermandad es que somos optimista que lograremos la consecución de los objetivos esperados que son: compartir conocimientos, intercambiar experiencias, proponer opciones, plantear alternativas. En definitiva, colaborar entre nosotros para que podamos realizar la labor y el mandato que nuestros pueblos nos han encomendado. Es decir, formular y ejecutar efectiva y eficientemente una política monetaria y una supervisión financiera que favorezcan al desarrollo y bienestar de la población.

Desde 2013 el Banco Central de Nicaragua inició un proceso de intercambio con hermanos caribeños y latinoamericanos; y la comunidad cooperante, para proponer políticas económicas que promuevan el desarrollo sostenible y equitativo, en un marco amplio de participación ciudadana, en donde hay representatividad del sector privado, sindical, académico, financiero, especialistas, entre otros, en la búsqueda de consensos nacionales para la implementación de políticas. El año pasado, en el contexto de este seminario anual, abordamos el tema de “Crecimiento y productividad” donde se obtuvieron valiosos aportes, como el desarrollo de mesas sectoriales para atender sectores específicos, para mejorar la producción nacional y el impulso de una amplia agenda de fortalecimiento de la educación.

Este año discutiremos sobre “Política Monetaria y Estabilidad Financiera”. Este encuentro constará de tres sesiones a desarrollarse en dos días. En el primer día se compartirá información sobre el panorama actual de la política monetaria y estabilidad financiera a nivel mundial y conoceremos los casos particulares de Perú, México, Costa Rica, Bolivia y Colombia. En el segundo día nos centraremos en la política monetaria y de supervisión bancaria de Nicaragua. Se expondrá su situación actual, los retos de política monetaria y estabilidad financiera y los principales aspectos que se tendrán que abordar en los próximos años. En esta sesión se abrirá la discusión a un panel de expertos nacionales del que se espera obtener aportes para enriquecer la toma de decisiones.

Para iniciar la discusión, permítanme referirme a la perspectiva global. El desarrollo económico está constituido por una cadena compleja de causalidades. El sistema monetario y financiero es parte de esa cadena una parte indispensable. Un sistema monetario y financiero ágil y estable es una condición imprescindible y fundamental para el crecimiento económico y para la consecución de la erradicación de la pobreza. La experiencia ha demostrado que las crisis financieras profundizan y enraízan la pobreza. Según el Banco Mundial durante una crisis financiera los hogares pobres pierden 10 veces más ingreso que los hogares promedios. Para nosotros, países en vías de desarrollo, este riesgo es demasiado grande.

La región se encuentra en un contexto favorable. Pero cada oportunidad viene acompañada de retos y riesgos propios. En primer lugar, la recuperación económica de los Estados Unidos y Europa es favorable para la región, pero el aumento esperado de sus tasas de interés podría propiciar fuga de capitales. En segundo lugar, el crecimiento de China continúa favoreciendo las exportaciones de algunos países, pero ¿qué sucedería si se produce una fuerte desaceleración en el crecimiento de economías emergentes?

Es por ello que debemos estar atentos a estos riesgos, pero no ser excesivamente cautos, pues en la última década nuestros países han demostrado estar mejor preparados para hacerles frente. Hay estabilidad macroeconómica y financiera; los ratios de solvencia y liquidez son relativamente altos; la regulación y supervisión han mejorado notablemente; con el avance del proceso de integración financiera, los flujos netos de capital se han vuelto más estables y sus oscilaciones menos pronunciadas. Somos optimistas en que sabremos manejar estos riesgos y aprovechar las oportunidades. No obstante, no creemos que debamos conformarnos con ello, debemos ir más allá.

El Fondo Monetario Internacional estimó en julio que Latinoamérica y el Caribe crecerán 2 por ciento en 2014 y 2.6 por ciento en 2015.2 No obstante, esta es la tercera vez consecutiva que se ha reducido el pronóstico de crecimiento para la región. Más preocupante es el hecho de que este bajo crecimiento económico se encuentra cercano a su crecimiento potencial. Difícilmente podremos conseguir la erradicación de la pobreza con este bajo nivel de crecimiento. Es necesario iniciar un debate amplio acerca de la necesidad de re-orientar la política monetaria y la supervisión financiera para incluir otros objetivos como el aumento de la productividad o la promoción del crecimiento.

Adicionalmente, y como todos Ustedes saben, el devastador impacto de la crisis financiera generó consenso en torno a la idea de que la regulación financiera microprudencial no poseía un enfoque suficientemente holístico del sistema financiero global. Como consecuencia los supervisores de muchos mercados financieros “no vieron por culpa de los árboles”. El desarrollo de este tipo de regulación, muy poco utilizada, no posee una base importante de experiencias internacionales en las qué basar y fundamentar sus normas. Estamos ante un terreno nuevo y debemos pisar con cautela y sentido común para no tropezar y generar más bien problemas que soluciones.

En este sentido, si bien la política monetaria y la supervisión financiera tienen objetivos e instrumentos concretos y específicos, es evidente que sus efectos se transmiten a través de toda la economía. Concebir estas políticas al margen del resto del sistema económico no es una opción. Cualquier decisión de política que adoptemos debe de estar en consonancia con el resto de políticas y con objetivos nacionales superiores, dígase reducción de la pobreza, aumento de la productividad o crecimiento económico. Es por ello que la política monetaria y la supervisión financiera se deben configurar de manera articulada para obtener los máximos resultados.

Esa articulación es la que buscamos discutir en este foro. En el caso de la economía nicaragüense, estamos viviendo un período de estabilidad, con mayores tasas de crecimiento en este quinquenio que las observadas en el quinquenio anterior, menores niveles de endeudamiento público, mayor cobertura de reservas internacionales, menores tasas de inflación, mayor diversificación de las exportaciones, aumento de los flujos de inversión extranjera directa y mayor profundización del sistema financiero nacional. Si bien los avances han sido considerables, los retos a los que se enfrenta nuestra economía son igualmente importantes, por lo que la labor que tenemos por delante es ardua.

En este seminario esperamos discutir sobre la visión nacional en relación a la política monetaria y cambiaria para nuestro país y la articulación de ésta con la política de estabilidad financiera.

La articulación de la política monetaria y financiera, también deben de tener en cuenta la política macroprudencial para hacer frente a los riesgos derivados tanto de choques internacionales como de vulnerabilidades domésticas.

Para poder abordar estos temas, y otros que surgirán, es que nos encontramos reunidos en este seminario que esperamos arroje luces sobre la política monetaria y financiera en los años venideros, así como establecer un espacio de discusión y aprendizaje que promueva sinergia entre diversas experiencias nacionales e internacionales sobre manejo macroeconómico a través de políticas monetarias y de la protección a la estabilidad financiera. Creemos que en este seminario podremos ofrecer respuestas a las interrogantes y propuestas concretas de política monetaria y financiera que contribuyan al bienestar de todos los nicaragüenses.

Para finalizar, quisiera reiterar nuestro agradecimiento a los bancos centrales de la región por atender nuestra invitación: a Bolivia, Colombia, Costa Rica, México y Perú. Nuestro agradecimiento también al Fondo Monetario Internacional y al Banco Interamericano de Desarrollo, y por supuesto a nuestros panelistas nacionales, quienes no dudaron en aceptar nuestra invitación.

Esperamos entonces que este evento sea del agrado y provecho de todos ustedes, y que juntos nos dispongamos a entablar un diálogo constructivo para honrar el espíritu de celebración de este mes patrio.

Muchas Gracias.

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