Informe de Política Monetaria y Cambiaria a julio 2025

   Versión PDF


Julio 2025




Presentación

El Informe de Política Monetaria y Cambiaria del Banco Central de Nicaragua (BCN) describe las decisiones y acciones realizadas por el BCN en la formulación y ejecución de la política monetaria y cambiaria del país, según lo mandata la Ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero. El informe incluye una descripción de la evolución monetaria y cambiaria reciente y de los principales aspectos del entorno económico y financiero internacional y nacional, así como las perspectivas de indicadores clave, como la actividad económica e inflación.

El informe se centra en presentar las acciones de política para el cumplimiento del objetivo fundamental del Banco Central, que es la estabilidad de la moneda nacional y el normal desenvolvimiento de los pagos internos y externos. El BCN determina y ejecuta la política monetaria y cambiaria atendiendo a su objetivo de estabilidad de la moneda nacional. Este objetivo central opera a través de tres objetivos intermedios, que son (i) anclar la evolución de los precios y las expectativas; (ii) mantener niveles adecuados de reservas internacionales; y (iii) favorecer la liquidez del sistema financiero.

Para cada objetivo intermedio el BCN establece instrumentos y variables de seguimiento, a los cuales se hace referencia en este informe. Así, los principales instrumentos de política monetaria incluyen (i) las Operaciones de Mercado Abierto (Reportos Monetarios, Letras del BCN, Títulos de Inversión, Valores de Deuda Pública); (ii) el Encaje Legal; (iii) los Depósitos Monetarios; (iv) los préstamos de liquidez, y (v) el financiamiento excepcional.

Adicionalmente, el BCN establece una política de tasas de interés, principalmente a través de la Tasa de Referencia Monetaria (TRM), que es la tasa de interés que utiliza el BCN para señalizar el costo en córdobas de las operaciones monetarias de liquidez a 1 día plazo, y que constituye además la tasa interna del corredor de tasas conformado por las ventanillas de reportos y depósitos monetarios.

Por otra parte, los instrumentos de la política cambiaria incluyen la tasa de deslizamiento del tipo de cambio oficial y la comisión de venta de divisas. La fijación del tipo de cambio oficial, con mini devaluaciones diarias pre anunciadas, o deslizamiento cambiario, actualmente a una tasa del cero por ciento (0%) anual, es el instrumento principal del BCN para anclar la evolución de los precios domésticos y de las expectativas. Así, en el mediano plazo, y en ausencia de elementos sustanciales que afecten la oferta o demanda de bienes o servicios, los precios en la economía en promedio evolucionan en correspondencia con el deslizamiento cambiario y la inflación internacional (bienes y servicios importados).

Resumen Ejecutivo

Durante el primer semestre de 2025, la economía nicaragüense mantuvo su dinamismo, con crecimiento del producto interno bruto (PIB), baja tasa de desempleo y estabilidad de precios expresada en una inflación reducida a niveles históricamente bajos. El crecimiento del PIB al primer trimestre fue propiciado principalmente por el desempeño de los servicios, el sector agropecuario y la industria, y por el impulso de la demanda interna. La evolución económica del país sigue siendo respaldada por políticas macroeconómicas adecuadas, las cuales han conducido a la generación de un superávit público que fortalece la confianza de los agentes económicos y potencia la capacidad del Gobierno para mantener estabilidad en el gasto público dirigido a alcanzar sus objetivos, así como hacer frente a eventos naturales adversos y a choques externos. En coordinación con la política fiscal, las decisiones de política monetaria del Banco Central de Nicaragua (BCN) continúan orientadas a facilitar condiciones que favorecen la estabilidad y el mayor uso de la moneda nacional, la intermediación financiera, la gestión de liquidez del sistema financiero y la previsibilidad cambiaria, manteniendo la tasa de deslizamiento cambiario del córdoba respecto al dólar estadounidense en cero por ciento (0%) anual.

En el entorno internacional, prevalecen las tensiones vinculadas a la incertidumbre generada por cambios en políticas arancelarias y a los riesgos de intensificación de los conflictos geopolíticos. Así, la presión global de los cambios de políticas arancelarias aumentó en el primer semestre del año con la imposición de aranceles generalizados de parte de algunas economías avanzadas y la posibilidad de tasas adicionales en lo que resta del año. En un contexto en que el establecimiento de altos aranceles agregue mayores presiones inflacionarias, es posible que la cautela prevaleciente en la reducción de las tasas de interés de política monetaria continúe, retrasando así la flexibilización de la política monetaria global, con implicaciones para el crecimiento y los costos de endeudamiento. Por otra parte, los conflictos geopolíticos siguen siendo un factor de vulnerabilidad de la economía global, pudiendo desencadenar interrupciones en las cadenas de suministros

A pesar de los riesgos de choques provenientes del entorno internacional, considerando que la economía nicaragüense está respaldada por políticas macroeconómicas adecuadas y por un sector exportador competitivo, el escenario macroeconómico se mantiene positivo con pocos cambios respecto al previsto, tanto en el Informe de Política Monetaria y Cambiaria de enero de 2025 como en la nota sobre Perspectivas Macroeconómicas 2025 de abril de 2025. En particular, se mantienen las proyecciones respecto al PIB y la tasa de desempleo. No obstante, se hicieron ajustes en las proyecciones de inflación y del saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, debido a que la inflación se ha estabilizado en un nivel más bajo y el saldo de la cuenta corriente presenta una mejor evolución y perspectiva por la continuidad de la dinámica favorable de los flujos externos.

Así, en el ámbito de la actividad económica doméstica, el PIB al primer trimestre de 2025 creció 3 por ciento interanual, y el último dato adelantado, representado por el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de mayo de 2025, muestra que la actividad económica creció 2.9 por ciento en términos acumulados, reflejándose un mayor dinamismo en las actividades de servicios (como comercio, hoteles y restaurantes, intermediación financiera, y transporte y comunicaciones), pecuario y agricultura. Por el lado del gasto, el PIB al primer trimestre de 2025 muestra que el crecimiento ha sido determinado por la absorción interna, en particular por el consumo privado y la inversión pública y privada, compensando la disminución de la demanda externa neta.

En el mercado laboral, la tasa de desempleo se mantiene baja, ubicándose en 2.8 por ciento en junio de 2025, acompañada de aumento del empleo formal y mejora de los salarios reales. Por su parte, la afiliación al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) registró un aumento interanual de 2.3 por ciento en junio de 2025, alcanzando un total de 817,349 asegurados, principalmente por incrementos en los sectores de servicios (destacando comercio y sector financiero) y construcción.

La inflación doméstica se ha reducido, situándose en el nivel más bajo en varios años, favorecida principalmente por las menores expectativas de inflación, menores presiones de precios internacionales, el deslizamiento cambiario de cero por ciento, la continuidad de los subsidios a bienes y servicios clave, el buen desempeño de la producción agropecuaria, y la implementación de políticas monetaria y fiscal equilibradas. Así, la inflación general interanual a junio de 2025 se ubicó en 0.89 por ciento y la inflación subyacente en 2.87 por ciento. En términos de contribución, los mayores impulsos provinieron de las divisiones de restaurantes y hoteles, educación, y bienes y servicios diversos, atenuados en parte por la contribución negativa de la división de alimentos y bebidas no alcohólicas.

La balanza de pagos registró en el primer trimestre de 2025 un superávit en la cuenta corriente, como resultado principalmente del aumento de las exportaciones y la dinámica de los ingresos de remesas familiares. Así, en el período enero-mayo de 2025, las exportaciones totales han crecido 11 por ciento interanual, impulsadas por el aumento de las exportaciones de mercancías (20.4%), principalmente de oro, café, carne de bovino y langosta, mientras que, las exportaciones de zona franca disminuyeron (-1%) pese a la recuperación de las exportaciones de productos textiles. En general, el dinamismo de las exportaciones totales fue apoyado por un contexto favorable de precios internacionales de los productos de exportación y por la coyuntura de crecimiento económico de los principales socios comerciales. A su vez, las importaciones CIF de mercancías aumentaron 4 por ciento interanual, reflejando incrementos de las importaciones no petroleras (8.7%), las cuales registraron aumento en todos los componentes (bienes de consumo, bienes intermedios y bienes de capital), mientras que, la factura petrolera disminuyó (-17.6%), debido a menores precios y volúmenes de petróleo y combustibles. Los términos de intercambio mejoraron en el período enero-mayo de 2025 en 8.3 por ciento interanual, producto de un incremento en los precios de las exportaciones y reducción en los precios de las importaciones.

La posición del sistema bancario y financieras (SBF) se mantiene sólida, con un buen desempeño de sus principales indicadores, fortalecida por la sustentabilidad del crecimiento económico del país, con condiciones favorables en la mayoría de los sectores de la economía. Esta coyuntura ha permitido que continúe consolidándose el crecimiento de la cartera de crédito (15.6% interanual en junio de 2025), respaldada principalmente por mayores depósitos del público (11.7% interanual en junio de 2025), de forma que el proceso de intermediación financiera sigue mostrando resultados satisfactorios, en un contexto donde la mejora de los ingresos de los agentes económicos está creando mayor capacidad de pago de los clientes (hogares y empresas), incidiendo positivamente en la calidad de la cartera de crédito. Al mismo tiempo, el SBF refleja niveles adecuados de liquidez y capitalización que superan los requisitos regulatorios.

Los resultados del Gobierno Central y del Sector Público No Financiero (SPNF) reflejan superávit después de donaciones a abril de 2025, lo que representa un continuo fortalecimiento de la posición fiscal, apoyado en el crecimiento de los ingresos tributarios y la gestión del gasto en correspondencia con la disponibilidad de recursos, los objetivos de acumular reservas financieras y la sostenibilidad de la deuda. En este sentido, la política fiscal se mantiene equilibrada, con un gasto público moderado, financiado y destinado a cumplir con objetivos y prioridades contempladas en el Presupuesto General de la República (PGR) y el Marco Presupuestario de Mediano Plazo (MPMP). El superávit fiscal se ha dado en un contexto de estabilidad del financiamiento (con préstamos externos y emisiones internas) y de sostenibilidad de la deuda pública. Así, el saldo de la deuda pública se ubicó en 52 por ciento del PIB a abril de 2025 (51.7% al cierre de 2024).

Por el lado de la política monetaria y cambiaria, las principales acciones del BCN en el primer semestre de 2025 estuvieron enfocadas en las decisiones respecto al deslizamiento cambiario, la Tasa de Referencia Monetaria (TRM), la facilitación de la gestión de liquidez del sistema financiero y el objetivo de propiciar un mayor uso del córdoba en las operaciones del BCN y de todos los agentes económicos. Así, en materia de política cambiaria, el BCN garantizó la convertibilidad de la moneda nacional manteniendo la tasa de deslizamiento cambiario del córdoba respecto al dólar estadounidense en cero por ciento (0%) anual.

En cuanto a la política monetaria, el BCN redujo en 25 puntos básicos su TRM en enero de 2025, situándola en 6.25 por ciento, manteniéndose este nivel en febrero-julio. Asimismo, en el primer semestre de 2025, el BCN realizó las operaciones de mercado abierto (OMA) necesarias para facilitar la administración de liquidez del sistema financiero, resultando en una absorción de liquidez en moneda nacional y extranjera, y propició un mayor uso de la moneda nacional a través de sus instrumentos monetarios y mecanismos de mercado (como los diferenciales de tasas de interés). Así, las acciones de política monetaria del BCN y la coordinación con la política fiscal se reflejaron en el fortalecimiento de las Reservas Internacionales Brutas (RIB), la cuales se situaron en 7,206 millones de dólares en junio de 2025 (aumento de US$1,100.9 millones en el primer semestre), con una cobertura de 3.7 veces la base monetaria y 9.3 meses de importaciones de mercancías, aumentando así la capacidad para resguardar el régimen cambiario vigente.

De acuerdo con los resultados observados en los principales indicadores económicos al primer semestre de 2025, los cuales han mostrado un desempeño positivo, el BCN ha modificado algunas de sus proyecciones respecto a las publicadas en las “Perspectivas Macroeconómicas 2025” de abril, aunque no se consideran cambios en la estimación del crecimiento económico y el empleo. Así, el BCN está proyectando que el PIB de 2025 crezca en un rango de entre 3.0 y 4.0 por ciento. A su vez, se prevé que el empleo continúe estable, con una tasa de desempleo promedio de entre 3.0 y 3.5 por ciento en 2025. Por otra parte, se espera la continuidad en la estabilidad de precios, por lo que se estima que la inflación converja a un rango de entre 2.0 y 3.0 por ciento en 2025. Mientras que, por el lado del sector externo, se espera que la balanza de pagos presente un superávit de cuenta corriente de entre 4.5 y 5.5 por ciento del PIB en 2025.

En lo relativo a la TRM, el BCN considera que el nivel actual de 6.25 por ciento es consistente con los objetivos de crecimiento y de estabilidad de la intermediación financiera. No obstante, el BCN continuará conduciendo su política monetaria y cambiaria en correspondencia con las condiciones monetarias y financieras internas y externas, por tanto, podrá ajustar la TRM de manera oportuna en caso de ocurrir cambios en las condiciones globales y locales.

Si bien las perspectivas macroeconómicas para 2025 son favorables, persisten riesgos que podrían incidir negativamente sobre la evolución de variables económicas, como el agravamiento de los choques comerciales que deriven en afectaciones a las cadenas de suministros, aumentos de precios, retrasos en la normalización de la política monetaria global y mayor desaceleración en la dinámica de producción mundial. En el país, también persisten los riesgos relacionados a los eventos climáticos, que pueden incidir sobre la evolución de variables macroeconómicas.

Finalmente, se espera que, en caso de ocurrencia de los eventos de riesgos externos y climáticos, el impacto en el escenario macroeconómico de 2025 sea moderado, considerando que la economía nicaragüense ha desarrollado fortalezas que podrían mitigar dichos eventos. En particular, el país cuenta con un sector exportador resiliente, un sector primario con potencial para incrementar la producción de alimentos, una mayor capacidad de ahorro, un sistema financiero sólido y líquido, así como con políticas fiscales, monetarias y financieras equilibradas. Adicionalmente, el fortalecimiento del marco legal de la política monetaria y financiera que se ha llevado a cabo desde finales de 2024 y durante el primer semestre de 2025 incluyen mayores instrumentos para salvaguardar la estabilidad macro financiera. Así las fortalezas económicas y del marco de políticas pueden contribuir a obtener un mayor crecimiento y empleo, y una menor inflación que la prevista.

1. Entorno económico internacional

En el primer semestre 2025, el entorno económico y financiero global fue caracterizado por las tensiones vinculadas a la incertidumbre generada por políticas comerciales que imponen restricciones al comercio internacional, por un lado, y a los riesgos geopolíticos, por otro lado. La presión global de la política arancelaria aumentó en febrero de 2025 con la imposición de aranceles generalizados de algunas economías avanzadas y la amenaza de tasas adicionales en el segundo semestre, que podrían agregar mayores presiones inflacionarias y retrasar la flexibilización monetaria, esparciendo efectos negativos en el crecimiento y los costos de endeudamiento. Por otra parte, los conflictos geopolíticos siguen siendo un factor de vulnerabilidad de la economía global, pudiendo desencadenar interrupciones en las cadenas de suministros.

De acuerdo con el Informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en julio de 2025, la incertidumbre se mantiene elevada a pesar que la tasa efectiva de aranceles se haya reducido desde abril, cuando se anunciaron 90 días de pausa y luego se pospuso su aplicación a agosto. En este sentido, la actividad económica mundial ha permanecido firme dentro de un contexto en que se ha observado un adelantamiento de los flujos de comercio internacional más fuerte de lo esperado, tasas arancelarias efectivas promedio más bajas que las anunciadas en abril, y una mejora en las condiciones financieras a causa del debilitamiento del dólar estadounidense.

El FMI ha incrementado su pronóstico de crecimiento global para 2025 y 2026 con relación a su pronóstico de referencia de abril de 2025, no obstante, prevé que el crecimiento mundial se desacelere debido a que la aparente resiliencia derivada de las distorsiones del comercio está disminuyendo. Así, se espera una tasa de crecimiento mundial de 3 por ciento en 2025 y de 3.1 por ciento en 2026 (2.8% y 3% previsto para 2025 y 2026, respectivamente en su proyección de abril), situándose por debajo del 3.3 por ciento observado en 2024 y de la media histórica de 3.7 por ciento (2000-2019), debido también al debilitamiento del crecimiento potencial con relación al observado antes de la pandemia.

En este pronóstico de referencia, se proyecta que el crecimiento de las economías avanzadas se sitúe en 1.5 por ciento en 2025 (+0.1 p.p. con respecto al previsto en abril 2025). En el caso de Estados Unidos, se prevé que el crecimiento se encuentre apoyado en las tasas arancelarias menores a las anunciadas en abril y condiciones financieras más favorables. Asimismo, en la zona del euro también se espera que el crecimiento mejore con relación a lo previsto en abril de 2025, particularmente por un incremento de exportaciones de la industria farmacéutica. En tanto, en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, se prevé que el crecimiento se sitúe en 4.1 por ciento en 2025 (+0.4 p.p. con respecto al previsto en abril 2025), con notables revisiones al alza para China por la reducción significativa de aranceles con Estados Unidos.

Por otro lado, la inflación global ha continuado reduciéndose, a pesar de mostrar señales mixtas. La mediana mundial de la inflación general ha aumentado ligeramente, pero la inflación subyacente ha disminuido y se sitúa ahora por debajo del 2 por ciento. A pesar de ello, varias economías, incluida la eurozona, han experimentado sorpresas negativas. Por otra parte, en Estados Unidos la inflación ha repuntado ligeramente, con indicios de que la transmisión de los aranceles y la depreciación del dólar están repercutiendo en los precios al consumidor.

A pesar del proceso de desinflación a nivel global, se espera que la inflación se mantenga por encima de la meta del 2 por ciento en Estados Unidos, por la prevalencia de riegos que pudieran revertirlo parcialmente y que, por lo tanto, podrían interrumpir el giro hacia la flexibilización de la política monetaria, con implicaciones para la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera. Particularmente, la aplicación de medidas arancelarias ha propiciado que resurjan los riesgos inflacionarios, por lo que el FMI espera que la inflación general mundial mantenga un ritmo similar a su proyección de abril, situándose en 4.2 por ciento en 2025 y 3.6 por ciento en 2026, sin ajustes considerables para las economías avanzadas y ligeras revisiones a la baja para economías de mercados emergentes y en desarrollo.

En los primeros meses de 2025, se observó una moderación en los precios de las materias primas y, en particular, de los combustibles, representando una disminución de costos para las economías. Según, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), en su informe de julio de 2025, el precio promedio del WTI en el primer semestre 2025 fue de 68.2 dólares por barril (US$ 79.6 /b en el primer semestre 2024), mientras que, el precio promedio del Brent se ubicó en 71.9 dólares por barril (US$ 83.8/b en el primer semestre 2024). El comportamiento a la baja de los precios se explicó por el aumento significativo de inventarios de petróleo por parte de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), a pesar del premio por riesgos geopolíticos.

En cuanto a proyecciones de los precios del petróleo, la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), espera que estos continúen reduciéndose paulatinamente hasta 2026, de tal manera que el crudo Brent se ubicaría en un promedio de 69 dólares por barril en 2025 y en 58.5 dólares por barril en 2026. Asimismo, en promedio, el WTI se proyecta a la baja en 2025 (US$65.3/b) y 2026 (US$54.8/b).

Los precios de otras materias primas han presentado una evolución más estable durante 2025, en línea con el alivio gradual de los problemas de oferta y condiciones climáticas regulares. Así, el índice de precios de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) presentó un crecimiento interanual de 5.8 por ciento, como resultado de aumento de los precios de lácteos y carnes, y la desaceleración de los precios de aceites, mientras los precios del azúcar y los cereales reflejaron disminución.

Respecto a la política monetaria, el FMI espera que los principales bancos centrales sigan con los planes de relajación, aunque a diferentes ritmos, dada las variaciones en las perspectivas de crecimiento e inflación asociadas a riesgos, como la creciente incertidumbre política, disrupciones en las cadenas de suministro, las fricciones comerciales mundiales y los efectos del cambio climático. Con ello, la credibilidad de la política monetaria será clave frente a los retos del panorama global, por lo que la prioridad de los bancos centrales sigue siendo afinar las posturas de política monetaria para cumplir sus mandatos y garantizar la estabilidad financiera y de precios en un entorno con disyuntivas aún más difíciles, especialmente en países con costos de servicio de la deuda altos y necesidades de financiamientos considerables.

En el caso de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) no modificaron la tasa de fondos federales en el primer semestre del año, manteniendo un rango objetivo entre 4.25 y 4.50 por ciento desde diciembre de 2024. Se espera que la Fed adopte una postura de política monetaria prudente de cara a una estrategia de flexibilización monetaria para los próximos meses, en dependencia del comportamiento de la inflación.

En tanto, el Banco Central Europeo (BCE), continuó con sus recortes en la tasa de referencia en 2025, con un recorte de 25 puntos base en su última reunión de junio de 2025 (reducción de 100 puntos básicos en el año), y manteniendo su tasa de política en 2 por ciento en la reunión de julio, considerando que la inflación se encuentra en su objetivo de mediano plazo en 2 por ciento. El BCE prevé una inflación general de 2 por ciento en 2025 y 1.6 por ciento en 2026. Las revisiones a la baja de inflación son explicadas por menores precios de energía y un euro más fuerte, a pesar que los riesgos de tensiones comerciales lleven a mayor volatilidad y aversión al riesgo en los mercados financieros.

Los bancos centrales de las economías latinoamericanas que presentan una inflación más persistente están avanzando con mayor cautela en el ciclo de relajación de su política monetaria, monitoreando con atención los indicadores de la actividad, el mercado laboral y las fluctuaciones cambiarias. Aunque en varios países de Latinoamérica, la postura de política monetaria se ha flexibilizado, el Banco Central de Brasil mantiene una postura restrictiva. En el caso de Brasil, el banco central inició a incrementar su tasa de interés desde septiembre 2024, por preocupaciones respecto a la inflación que aún se encuentra por encima de la meta, impulsada por el dinamismo del mercado laboral. Mientras, países como Chile, Perú y México y Colombia, tras los ajustes de las tasas de política, la postura de política monetaria es prácticamente neutral. En la región de Centroamérica y República Dominicana (CARD), los bancos centrales han realizado ajustes moderados en sus tasas de política monetaria entre enero y julio de 2025, con reducciones de 25 puntos base en las tasas de los bancos centrales de República Dominicana (en enero), Nicaragua (en enero) y Costa Rica (en julio).

En general, los riesgos para las perspectivas se inclinan a la baja, tanto a corto como a mediano plazo. La posible reversión de la integración económica global también podría provocar una reubicación de las unidades de producción y un desacoplamiento tecnológico, con efectos en el crecimiento a largo plazo. Asimismo, las perturbaciones que generan las políticas, que inciden en el proceso de reducción de la inflación, podrían interrumpir la flexibilización gradual de la política monetaria, propiciando que las tasas de interés permanezcan altas durante más tiempo, lo que podría conllevar al incremento de riesgos externos, fiscales y financieros. A pesar de la mayor prevalencia de riesgos negativos, algunos factores podrían conducir a resultados más favorables que los del pronóstico de referencia, con ello, nuevos acuerdos comerciales incrementarían la cooperación multilateral con la diversificación comercial, así como impulsar la productividad sectorial con la integración de tecnologías de la información como inteligencia artificial en los procesos productivos de manufactura y agricultura.

2. Estado de la economía

2.1. Actividad económica

El Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de mayo de 2025 muestra que la actividad económica sigue con dinamismo en la mayoría de los sectores, destacándose la expansión del sector de servicios, en particular de comercio, hoteles y restaurantes, intermediación financiera y transporte y comunicaciones. En el caso del sector primario, el crecimiento acumulado en enero-mayo de 2025 está siendo impulsado principalmente por las actividades de agricultura y pecuario, favorecidos por una demanda externa estable y buenos precios internacionales de los productos de exportación. Dentro del sector secundario se destaca la actividad de la industria manufacturera, favorecida también por la demanda externa para productos alimenticios y de arneses automotrices, principalmente.

De acuerdo con el IMAE, el crecimiento acumulado de la actividad económica en enero-mayo de 2025 se situó en 2.9 por ciento, reflejándose un mayor dinamismo en las actividades de comercio (7.7%), hoteles y restaurantes (7.4%), intermediación financiera (4.8%), transporte y comunicaciones (4.5%), pecuario (3.8%) y agricultura (3.3%). En términos de la tendencia-ciclo del IMAE, a mayo de 2025 se registró una expansión de la actividad económica de 4.1 por ciento interanual, de manera que se espera que el crecimiento de la economía nicaragüense converja hacia niveles históricos.

Por el lado del gasto, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al primer trimestre de 2025 ha sido determinado por la absorción interna, en particular por el consumo privado y la inversión fija (pública y privada), que compensaron la disminución de la demanda externa neta. Así, el PIB al primer trimestre de 2025 creció 3 por ciento interanual, con un aumento del consumo privado (6.8%), inversión fija privada (21%) e inversión fija pública (7.9%). Cabe destacar, que el crecimiento del consumo privado ha sido favorecido en parte por la estabilidad en el empleo, aumento del salario real, incremento del crédito de consumo y dinamismo de las remesas familiares. Mientras que, el crecimiento de la inversión fija, en buena parte, fue resultado de la mayor inversión en maquinaria y equipo. Así, el impulso de la absorción interna se reflejó en un crecimiento real de las importaciones (13%), en tanto, las exportaciones reales decrecieron (0.8%).

Se espera que el crecimiento de la actividad económica se mantenga sustentado en factores como el impulso de la demanda interna, la demanda externa de materias primas y condiciones climáticas favorables. Según reporte de junio de 2025 de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el invierno se encuentra en una etapa neutral, con probabilidad de permanencia hasta agosto de 2025, inclusive puede que se preserven estas condiciones de neutralidad hasta 2026, previéndose que, bajo estas condiciones climáticas, el ciclo agrícola se desarrolle con normalidad.

Empleo

Al primer semestre del año, el mercado laboral presenta un comportamiento favorable, con una baja tasa de desempleo y crecimiento del empleo formal. Según la Encuesta de Empleo Mensual del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), en junio de 2025, la tasa de desempleo abierto se ubicó en 2.8 por ciento y la tasa de subempleo en 37.6 por ciento, mientras la tasa de participación laboral se situó en 66.0 por ciento.

A su vez, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) registró 817,349 afiliados a la seguridad social a junio de 2025, lo que representó un crecimiento interanual de 2.3 por ciento, y un aumento de 14,977 asegurados con relación a diciembre de 2024. Por actividad económica, los mayores incrementos en la afiliación provinieron de las actividades relacionadas a los servicios, principalmente del comercio y sector financiero, del sector construcción y de transporte y comunicaciones.

Por otra parte, los salarios de los nicaragüenses continuaron registrando mejoras, consistente con el dinamismo de la actividad económica. Así, los salarios nominales de los asegurados del INSS crecieron 1.9 por ciento interanual a junio de 2025, mientras que los salarios reales crecieron un 1 por ciento interanual, apoyados en la reducción de la inflación nacional.

2.2. Inflación

Durante el primer semestre de 2025, la inflación doméstica continuó reduciéndose de manera gradual, lo cual se asocia a factores como el anclaje de expectativas de inflación en un nivel más bajo, menores presiones de precios internacionales, la política de deslizamiento cambiario de cero por ciento, continuidad de los subsidios a bienes y servicios claves, el buen desempeño de la producción agropecuaria y la implementación de políticas monetaria y fiscal equilibradas. Esto se dio dentro de un entorno de incertidumbre respecto al impacto de los conflictos comerciales en la inflación internacional.

En lo que respecta a las políticas públicas para proteger el poder adquisitivo de los hogares, el Gobierno continuó implementando subsidios a bienes y servicios clave, incluyendo el congelamiento de los precios del diésel, gasolina y gas butano de uso domiciliar. Adicionalmente, el BCN mantuvo la tasa de deslizamiento cambiario al cero por ciento (0%) en 2025, lo que contribuye a atenuar el nivel de la inflación.

En este contexto, a junio de 2025, la inflación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 0.89 por ciento (4.82% en junio 2024). En términos de contribución marginal a la inflación interanual, los mayores impulsos provinieron de las divisiones de restaurantes y hoteles (0.54 p.p.), educación (0.40 p.p.) y bienes y servicios (0.25 p.p.), lo que fue compensado por la contribución negativa de la división de alimentos (-0.9 p.p). En tanto, las divisiones que presentaron la mayor inflación interanual fueron educación (6.94%), restaurantes y hoteles (4.89%), recreación y cultura (3.77%), bienes y servicios (3.46%), y bebidas alcohólicas y tabaco (2.59%).

En el caso de la inflación subyacente (que excluye los componentes del IPC con precios muy volátiles, como los alimentos perecederos y combustibles), a junio de 2025 ha sido superior a la inflación general, ubicándose en 2.87 por ciento interanual (4.20% en junio 2024).

Por otro lado, la reducción de las presiones de los precios internacionales sobre los precios domésticos se manifestó en la disminución de la inflación de los bienes transables, la que terminó el primer semestre del año en un nivel menor a la inflación de bienes no transables. Además, si bien en los últimos años se registró una variación superior en los precios de los bienes con relación a la variación en los precios de los servicios, a partir de noviembre de 2024 esta tendencia se revirtió, de manera que ahora el incremento de los precios de los servicios supera a la de los bienes.

Con relación a la dinámica de la inflación en la región de Centroamérica y República Dominicana (CARD), a junio 2025, todos los países registraron una inflación estable, siendo Costa Rica (-0.22%) y El Salvador (-0.18%) los que presentaron deflación, mientras que, en el resto de países la inflación se ubica en niveles de entre 0.89 y 4.67 por ciento interanual. En general, durante el primer semestre del año, se observó una reducción de la inflación regional, apoyada en buena parte en las acciones de política monetaria de los bancos centrales y el efecto traspaso de la desaceleración de la inflación internacional.

Por el lado del Índice de Precios al Productor (IPP), que refleja la evolución de costos en el primer canal de comercialización de los bienes de consumo nacional, y que tiene impacto en el IPC, la inflación interanual continuó registrando una variación estable en los primeros cinco meses del año, oscilando alrededor del 3 por ciento. Así, el IPP registró una inflación interanual de 3.27 por ciento en mayo (5.51% en mayo de 2024), destacando disminuciones en los sectores de pesca (-10.36%), industria manufacturera (-0.76%) y suministros de electricidad, gas y agua (-0.37%). En cambio, las actividades de minas y canteras, y agropecuaria registraron un incremento en sus niveles de precios, alcanzando una inflación interanual de 25.60 por ciento y 6.12 por ciento, respectivamente.

Finalmente, el Índice de Precios de Materiales de Construcción (IPMC) registró una variación interanual a junio de 2025 de 5 por ciento (3.07% en junio de 2024), la cual fue inducida por mayores precios en las líneas de cemento y derivados (8.35%), maderas y techos (7.97%) y electricidad e iluminación (5.81%), en tanto, se observó disminución de precios en la línea de metales y derivados (-1.18%).

2.3. Flujos externos

En un contexto de resiliencia del crecimiento económico mundial, el buen desempeño de las economías de los principales socios comerciales de Nicaragua ha favorecido la demanda de los productos de exportación nicaragüenses y la entrada de flujos externos en general (ingresos por remesas familiares, inversión extranjera directa, entre otros). Por otra parte, los precios de los productos de exportación se han mantenido relativamente favorables, y junto con la moderación en los precios de importación de petróleo y combustibles, han contribuido a una mejora en los términos de intercambio. De igual manera, las importaciones registraron crecimiento, asociado al dinamismo de la absorción interna.

Comercio exterior

En el período enero-mayo de 2025, las exportaciones totales han presentado una dinámica favorable impulsada por el buen desempeño de las exportaciones de mercancías (US$2,222 millones), a pesar de menores exportaciones del régimen de zona franca. Así, las exportaciones totales de mercancías y zona franca fueron de 3,645.5 millones de dólares en el período enero-mayo de 2025, lo que representó un incremento de 11 por ciento interanual, derivado de un mayor valor de las exportaciones de mercancías de 20.4 por ciento y unas exportaciones de zona franca con una disminución de 1 por ciento con respecto al mismo período de 2024.

El crecimiento interanual de las exportaciones de mercancías del período enero-mayo de 2025 fue propiciado por el desempeño en términos absolutos de las exportaciones de café, oro, carne de bovino, langosta, atún, lácteos, frijoles, productos químicos y azúcar, entre otros. Este comportamiento fue contrarrestado en buena parte por un menor desempeño de las exportaciones de maní, melaza, plata y camarón, entre otros. El valor de las exportaciones de mercancías mejoró principalmente entre marzo-mayo de 2025, al aumentar 26.7 por ciento interanual (10.1% en el enero-febrero 2025), explicado por las exportaciones de productos agropecuarios (44.8%), mineros (34.5%), pesqueros (18.2%) y del sector de manufactura (8.1%).

Por otra parte, las exportaciones de zona franca en el período enero-mayo de 2025 disminuyeron en 1 por ciento, con respecto a lo observado en el mismo período de 2024, lo que se ha derivado de menores ventas en términos absolutos de productos pesqueros, tabaco y aceite de palma, que en parte fue compensado principalmente por el aumento en la demanda de los productos de la rama textil y arneses.

En lo que respecta a las importaciones de mercancías CIF, se observó un aumento en valor de 4 por ciento interanual en el período enero-mayo 2025, explicado por el incremento en las importaciones no petroleras (8.7%), como resultado de mayores importaciones en todos sus componentes: bienes de capital (18%), de bienes intermedios (6.5%) y bienes de consumo (5.3%), principalmente. En cambio, la factura petrolera disminuyó 17.6 por ciento en valor, debido a menores precios y volúmenes del petróleo y combustibles. En cuanto al valor de las importaciones de zonas francas, éstas reflejaron un incremento de 1.8 por ciento interanual, lo cual está vinculado a una mayor demanda de importaciones bajo el régimen de producción de Full Package (2%), mientras las importaciones de CMT (Cut, Make, Trim) incrementaron en 1.1 por ciento interanual.

Así, durante enero-mayo 2025, la balanza comercial (que incluyen mercancías generales y de zona franca) registró un déficit menor con respecto al mismo período de 2024, alcanzando 1,347.7 millones de dólares (US$1,628.5 millones en enero-mayo 2024). Lo anterior se explica en parte por el mayor dinamismo de las exportaciones con relación al de las importaciones, además de la mejora en los términos de intercambio en 8.3 por ciento interanual en el período enero-mayo de 2025, resultado de un incremento interanual de los precios de las exportaciones (7.6%), aunado a la reducción en los precios de las importaciones (-0.6%). El incremento de los precios de las exportaciones se debió principalmente a mejores precios del oro, café y plata, mientras que, los precios de las importaciones reflejaron la baja de los precios de petróleo y derivados.

Otros flujos externos

Dentro de los otros flujos de la cuenta corriente de la balanza de pagos, se destaca el crecimiento de las remesas familiares en 22.2 por ciento interanual en el acumulado a abril 2025 (14% a abril 2024), ubicándose en 1,943.1 millones de dólares (US$1,590.3 millones en 2024). Este dinamismo se asocia en parte con el crecimiento económico de los principales países emisores de remesas hacia Nicaragua.

Por otro lado, los ingresos por turismo alcanzaron 113.5 millones de dólares en el primer trimestre de 2025 (US$140.6 millones en primer trimestre 2024), lo que representó una disminución interanual de 19.3 por ciento. Dentro de los principales indicadores de turismo se observó una disminución interanual en el gasto promedio de los turistas (24.6%) y en la estadía promedio (-0.4%). Asimismo, el número de turistas que ingresaron al país fue de 256.4 miles de personas (-12.5% interanual).

Por otra parte, en el primer trimestre de 2025, los ingresos por inversión extranjera directa (IED) ascendieron a 707.3 millones de dólares, siendo menores en 14.8 por ciento interanual con relación al mismo período de 2024, con lo cual la IED neta registró flujos por un monto de 449.3 millones de dólares, siendo 5.2 por ciento superior a lo registrado en el mismo período de 2024.

Finalmente, el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos en el primer trimestre del año reflejó un superávit de 413.3 millones de dólares (superávit de US$195.7 millones en el primer trimestre de 2024). El superávit ha sido impulsado principalmente por el aumento de las exportaciones de mercancías, la dinámica de los ingresos de remesas familiares, y la continuidad en la recuperación de las exportaciones de la rama textil de zona franca. Por el lado de la cuenta financiera, la economía nicaragüense registró una acumulación neta de activos en el exterior de 255.7 millones de dólares.

2.4. Intermediación financiera

En 2025, la estabilidad financiera nacional ha sido favorecida por el buen desempeño de los principales indicadores macroeconómicos, con la mayoría de las actividades económicas expandiéndose. Así, el proceso de intermediación financiera continúa mostrando resultados favorables. El sistema bancario y financieras (SBF) refleja solidez, manteniendo niveles adecuados de liquidez y capitalización, superando los requisitos regulatorios. Se destaca el crecimiento continuo de la cartera de crédito, respaldado principalmente por mayores depósitos del público. Así mismo, se registran niveles adecuados de calidad de la cartera y de rentabilidad.

Particularmente, a junio de 2025, tanto los depósitos del público como la cartera de crédito continuaron registrando crecimiento. Así, los depósitos crecieron interanualmente 11.7 por ciento (saldo de C$258,194.1 millones) y la cartera de crédito se incrementó en 15.6 por ciento (saldo de C$222,143.8 millones). A su vez, se mantuvieron resultados positivos en la calidad de la cartera, de tal forma que la cartera vigente representó el 95.4 por ciento de la cartera bruta total, mientras el ratio de cartera en mora se ubicó en 1.1 por ciento (1.6% en junio de 2024).

Además, en un contexto de consolidación del proceso de intermediación financiera, los indicadores de liquidez y la adecuación de capital reflejaron una posición sólida por parte del SBF. En particular, la cobertura de liquidez se ubicó en 34.6 por ciento en junio de 2025 (31.7% en junio de 2024), mientras que la adecuación de capital se situó en 19.2 por ciento (19.2% en junio de 2024).

De igual forma, el sector de las microfinancieras ha venido mostrando un desempeño positivo. Así, a junio de 2025 el saldo de cartera de crédito bruta totalizó 18,657.6 millones de córdobas, equivalente a un incremento interanual de 20.7 por ciento. La cartera de crédito de las microfinancieras continúa concentrada en un 87.3 por ciento en tres sectores: créditos personales (40.6%), comercio (33%) y financiamiento de actividades agrícolas y ganaderas (13.7%). Por otra parte, el indicador de mora a junio de 2025 se ubica en 4.3 por ciento de la cartera bruta (3.8% en junio de 2024).

En línea con lo anterior, el Índice de Condiciones de Intermediación Financiera (ICIF) reflejó, en general, condiciones de intermediación neutrales, es decir, que la mayoría de indicadores financieros tuvieron un comportamiento conforme a su promedio histórico. Particularmente, el ICIF registró un valor puntual de 0.13 desviaciones estándar (d.e.) en junio de 2025 (0.08 en promedio móvil), con aportes positivos que provienen principalmente de las tasas de interés (0.05 d.e.) y la calidad de los activos y su rentabilidad (0.04 d.e.), contrarrestado en parte por la desaceleración de la cartera de crédito (-0.03 d.e.) y las inversiones en el MHCP (-0.02 d.e.).

2.5. Finanzas públicas

La política fiscal se ha mantenido equilibrada, apoyando un entorno favorable para el crecimiento económico y garantizando la sostenibilidad de la deuda, conforme lo previsto en el Programa Económico Financiero (PEF). Las finanzas públicas se mantienen sanas, con crecimiento de los ingresos tributarios y un gasto público moderado, financiado y destinado a cumplir con objetivos y prioridades contempladas en el Presupuesto General de la República (PGR) y el Marco Presupuestario de Mediano Plazo (MPMP). Así, el gasto siguió siendo focalizado para favorecer la inversión en infraestructura productiva, la reducción de la pobreza y la mitigación del impacto social de los choques externos, procurando a la vez el menor costo de financiamiento.

En materia recaudatoria, ha continuado el dinamismo de los ingresos fiscales, como resultado del crecimiento de la actividad económica, principalmente de las actividades de comercio, hoteles y restaurantes, transporte y comunicaciones e intermediación financiera. En cuanto al gasto, se mantiene moderación, reforzando una consolidación fiscal que permite una posición financiera del Gobierno más sólida para enfrentar imprevistos. Asimismo, para preservar el poder adquisitivo de los hogares, el Gobierno mantuvo una política de subsidios orientada a propiciar la estabilidad de precios.

Así, en el acumulado a abril de 2025, el Sector Público No Financiero (SPNF) finalizó con un resultado global superavitario después de donaciones de 19,289.3 millones de córdobas (superávit de C$10,860.6 a abril de 2024), explicado principalmente por los resultados superavitarios del Gobierno Central, Alcaldía de Managua, Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR), Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), Empresa Portuaria Nacional (EPN), y Empresa Administradora de Aeropuertos Nacionales (EAAI).

El comportamiento superavitario del SPNF a abril de 2025 reflejó el crecimiento de los ingresos totales provenientes de la recaudación tributaria del Gobierno General y contribuciones a la seguridad social, lo cual se asocia al dinamismo de la actividad económica. Así, los ingresos totales del Gobierno Central acumulados a abril de 2025 registraron un crecimiento acumulado de 12.7 por ciento, explicado por el desempeño de recaudación tributaria del impuesto sobre la renta (IR) (16.1%), impuesto al valor agregado (IVA) doméstico (13.8%), e IVA de las importaciones (10.5%).

En tanto, en el acumulado a abril de 2025, la erogación del Gobierno Central mostró decrecimiento de 6.6 por ciento en concepto de gasto corriente, a diferencia del crecimiento en 19.6 por ciento en términos de adquisición neta de activos no financieros (ANANF). Así, la ANANF relacionada con proyectos de inversión del Gobierno Central y las empresas públicas que conforman el SPNF, reflejó crecimiento interanual.

En lo referente a la ejecución del Programa de Inversión Pública (PIP), a marzo de 2025 se registra un monto invertido de 18,071.8 millones de córdobas, con un grado de ejecución del 19 por ciento con respecto al programa anual, y un crecimiento interanual de 20.4 por ciento. Los más altos porcentajes de ejecución fueron obtenidos por Transferencias municipales a alcaldías, Instituto Nicaragüense de Vivienda Urbana y Rural (INVUR), Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (ENACAL), Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (ENATREL), entre otros. Las inversiones dentro del PIP han sido dirigidas a proyectos de mejoramiento de la infraestructura productiva y la atención social.

Respecto al financiamiento, los mayores recursos continúan proviniendo de fuentes externas, que son las que tienen menores costos financieros en comparación con el mercado doméstico. Así, a junio 2025 el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) ha colocado Bonos de la República de Nicaragua (BRN) por 12.7 millones de dólares, de los cuales, 6.4 millones de dólares son pagaderos en córdobas y 6.3 millones de dólares son pagaderos en dólares. La tasa de interés promedio de las colocaciones fue de 7 por ciento.

Por el lado del financiamiento externo, a junio 2025 se recibieron desembolsos de préstamos por 262.4 millones de dólares. En lo que concierne al saldo de la deuda pública, a abril 2025 se ubicó en 10,451.2 millones de dólares, representando un 52.0 por ciento del PIB (51.7% al cierre de 2024), nivel considerado sostenible.

La evolución de la deuda pública en conjunto con el desempeño macroeconómico del país, ha llevado a que en mayo de 2025 la agencia Fitch Ratings afirmara la calificación soberana de Nicaragua de “B”, con una perspectiva estable. Según Fitch, la calificación refleja una política fiscal prudente y superávits gemelos que han permitido la acumulación de reservas externas y fiscales, con ello el superávit fiscal continúa respaldando la acumulación de colchones fiscales por parte del gobierno.

3. Evolución monetaria

3.1. Agregados monetarios

Consistente con la evolución macroeconómica, las variables monetarias continuaron presentando un buen desempeño durante el primer semestre 2025, generando espacio para apoyar el proceso de intermediación financiera y el crecimiento económico. En este sentido, el numerario y los agregados monetarios crecieron a tasas interanuales de dos dígitos a junio de 2025. En particular, el numerario aumentó 18.6 por ciento interanual, aunque el saldo disminuyó con respecto al cierre de 2024, debido a factores estacionales asociados a la normalización de la demanda de dinero luego de las festividades de fin de año.

Por otro lado, a junio de 2025, los depósitos en moneda nacional aumentaron a una tasa interanual de 21.6 por ciento, mientras que los depósitos en moneda extranjera incrementaron en 7.3 por ciento interanual, propiciando el crecimiento de los agregados monetarios más amplios (M1A, M2A y M3A).

Por su parte, la base monetaria creció 19.4 por ciento interanual en el primer semestre 2025, no obstante, en términos de saldo, esta reflejó una reducción estacional con relación al cierre de 2024, explicada principalmente por las operaciones del Gobierno Central, debido a traslados de depósitos a sus cuentas en el BCN en moneda nacional, y la colocación neta de títulos del BCN, destacándose las Letras a plazos de 7 días a 12 meses. Esto ha sido compensado en parte por la compra neta de divisas en la mesa de cambio del BCN, como reflejo de una mayor demanda relativa de córdobas por parte los agentes económicos y el contexto de entrada de flujos externos.

3.2. Tasas de interés

Durante el primer semestre 2025, las tasas de interés activas y pasivas del sistema bancario y financieras registran un comportamiento mixto. Las tasas de interés pasivas preservan un nivel similar a diciembre 2024, luego de presentar una trayectoria al alza entre 2023 y 2024, principalmente para depósitos en moneda extranjera. Dado el menor crecimiento del crédito, es probable que se hayan reducido los incentivos para captar depósitos, implicando menores presiones al alza en las tasas de interés, además del traspaso con rezago de las reducciones de tasas de interés internacionales y de la política de tasas de interés del BCN.

Asimismo, al desagregar por modalidad, se observa que las tasas de interés de depósitos de ahorro y de certificados de depósitos a plazo del sistema bancario se mantienen relativamente estables. Cabe destacar que, los depósitos del público continúan creciendo a buen ritmo, en especial los de ahorro y a la vista, lo que les ha permitido al SBF reducir su endeudamiento con el exterior, el costo de su fondeo total y su exposición a cambios en las tasas externas.

Por otra parte, las tasas de interés activas del SBF se han incrementado ligeramente en ambas monedas, lo cual puede asociarse a la dinámica del costo de fondeo del sistema bancario y al crecimiento desacelerado de la cartera de créditos, a pesar de preservar indicadores de riesgo de cartera favorables. En tanto, la tasa de interés activa promedio ponderado de las microfinancieras se mantiene relativamente estable, aunque con un ligero aumento en las tasas de interés de préstamos denominados en córdobas.

Finalmente, el rendimiento del mercado de valores ha presentado una tendencia a la baja a partir de 2024, principalmente en el mercado bursátil, reflejando la reducción observada en las tasas de interés de Letras del BCN denominadas en córdobas. Por otra parte, en 2025, las tasas de colocaciones de Bonos de la República de Nicaragua (BRN) se mantuvieron estables.

3.3. Reservas Internacionales Brutas

El desempeño de la política monetaria y su coordinación con la política fiscal resultó en el fortalecimiento de las Reservas Internacionales Brutas (RIB) del BCN. Así, durante el primer semestre 2025, las RIB se incrementaron en 1,100.9 millones de dólares, reflejando el aumento en el saldo de las cuentas en moneda extranjera del SPNF, las compras netas de divisas en la mesa de cambio del BCN, la entrada de recursos externos al SPNF y los intereses recibidos por las inversiones de reservas internacionales, compensado parcialmente por el servicio de la deuda externa. En este sentido, en junio de 2025, las RIB se situaron en 7,206 millones de dólares, con una cobertura de 3.7 veces la base monetaria y de 9.3 meses de importaciones, permitiendo alcanzar una posición de reservas que potencia la capacidad para resguardar el régimen cambiario vigente.

4. Política monetaria

4.1. Tasa de Referencia Monetaria

En el primer semestre de 2025, dentro de un entorno macroeconómico favorable de crecimiento económico, el BCN continúo encauzando sus decisiones de política monetaria a apoyar la administración de liquidez del sistema financiero y propiciar condiciones monetarias que favorezcan la intermediación financiera. Así, la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) se ha establecido considerando las condiciones monetarias internas y externas, enmarcándose en el cumplimiento del objetivo fundamental del BCN, de propiciar la estabilidad de la moneda nacional y el normal desenvolvimiento de los pagos internos y externos. De esta manera, el BCN ha preservado una política monetaria equilibrada, dejando que el balance monetario sea consistente con la estabilidad de la moneda y el respaldo del tipo de cambio.

En este sentido, el BCN redujo en 25 puntos básicos la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) en enero, situándola en 6.25 por ciento, manteniéndose este nivel en febrero-junio. Asimismo, redujo en la misma magnitud las tasas de ventanillas de Reportos Monetarios (VRM) y Depósitos Monetarios (VDM) a 1 día plazo, ubicándolas en 7.50 por ciento y 5.00 por ciento, respectivamente, manteniéndose así los rangos de la amplitud del corredor de tasas de interés.

En cuanto a las tasas de interés de Depósitos Monetarios en moneda nacional, se aplicaron reducciones de tasas de interés para los plazos de 7, 14 y 30 días, con el propósito de aplanar la curva de tasas de interés en correspondencia con lo observado en el mercado monetario internacional y los movimientos de la TRM. A su vez, se aplanó la curva de tasas de interés de los Depósitos Monetarios en moneda extranjera. Mientras que, se mantuvieron las tasas de interés de los Títulos de Inversión (TIN), en córdobas y dólares, a fin de mantener consistencia con las tasas domésticas.

Adicionalmente, las tasas de interés en la subasta de Letras del BCN en moneda nacional disminuyeron en enero de 2025, asociado al proceso de reducciones graduales en las tasas indicativas que se inició en marzo de 2024, así, se consideraron las expectativas de las tasas de interés internacionales y las condiciones monetarias internas, en línea con la reducción en la TRM. No obstante, considerando la dinámica del crédito al sector privado y la posición de los instrumentos monetarios del BCN, en febrero y abril se validaron incrementos en las tasas de Letras en moneda nacional. Por otra parte, se preservó el nivel de las tasas de interés de las Letras del BCN en moneda extranjera en todos sus plazos.

4.2. Instrumentos de política monetaria

4.2.1. Posición neta de instrumentos

El uso de los instrumentos monetarios del BCN facilitó la administración de liquidez del sistema financiero. Así, al primer semestre 2025, el resultado neto de los instrumentos de política monetaria en moneda nacional fue de una absorción de liquidez, asociada a las operaciones de mercado abierto (OMA), lo cual fue parcialmente contrarrestado por la disminución del encaje del sistema financiero y el pago neto de Depósitos Monetarios. Así, fundamentalmente en el segundo trimestre 2025, el BCN absorbió liquidez a través de la colocación neta de Letras a plazo de 7 días o más.

Asimismo, se registró una posición de absorción de liquidez en los instrumentos de política monetaria en moneda extranjera, mediante el aumento del encaje legal y la colocación neta de Letras en dólares, lo que más que compensó el pago neto de Depósitos Monetarios.

Así, durante el primer semestre 2025, el BCN continuó manteniendo una participación activa en el mercado monetario a través de sus OMA, absorbiendo liquidez en córdobas y dólares en el mercado monetario. Con respecto a los instrumentos en moneda nacional, las Letras a 7 días o más representaron el instrumento con mayor peso de absorción, seguido de las Letras a 1 día y los Reportos Monetarios. Es importante señalar que, la colocación neta de Letras en moneda nacional a plazos igual o mayores a 7 días registrada durante el segundo trimestre, se asoció a las condiciones de liquidez del sistema financiero y la política de tasas de interés del BCN.

Por otro lado, el sistema financiero mantuvo una demanda relativamente baja por Letras y Depósitos Monetarios en dólares. Cabe señalar que, el resguardo de recursos en moneda extranjera en el BCN obedece tanto a motivos precautorios como a decisiones de inversión, de forma que los instrumentos del BCN se presentan como una alternativa para obtener rendimientos que compiten con instrumentos emitidos en el exterior.

Adicionalmente, el BCN continuó proveyendo liquidez de corto plazo a través de las operaciones de Reportos Monetarios a fin de atender requerimientos transitorios de liquidez de la banca nacional. No obstante, se ha observado una menor demanda de este instrumento por parte de los bancos, comparado a lo observado durante el primer semestre 2024.

4.2.2. Operaciones de Mercado Abierto

Las Operaciones de Mercado Abierto que incluyen Reportos Monetarios, Letras y Títulos de Inversión, fueron utilizadas ampliamente frente a las necesidades y excedentes de liquidez del sistema financiero, realizándose operaciones de inyección y absorción de liquidez con regularidad, en dependencia de las condiciones de liquidez en el mercado monetario.

Reportos Monetarios

Los Reportos Monetarios continuaron atendiendo los requerimientos transitorios de liquidez de los bancos, fundamentalmente a través del mecanismo de ventanilla. Particularmente, en el primer trimestre del año se continuó observando demanda de Reportos Monetarios, cuyas contrataciones fueron en plazos entre 1 y 7 días. No obstante, en el segundo trimestre se redujeron las operaciones con este instrumento, lo cual es consistente con el desempeño del sistema financiero en términos de su gestión de liquidez.

Letras del BCN

Las Letras del BCN en moneda nacional continuaron siendo el principal instrumento para absorber excedentes de liquidez en el mercado monetario. El BCN utilizó sus Letras a plazo de 1 día para que los bancos gestionen sus excedentes de liquidez operativa diaria, y Letras a plazo de 7 hasta 360 días para la gestión de liquidez estructural. En particular, se observó un aumento en la demanda en el segundo trimestre, fundamentalmente por mayores colocaciones netas en los plazos de 7 días a 12 meses, constituyendo una alternativa de inversión para los excedentes de liquidez en córdobas del sistema financiero. Esto estuvo apoyado en la política de tasas de interés del BCN, que indujo aumentos en las tasas de interés para Letras en moneda nacional en febrero y abril.

Por otra parte, se observó un ligero aumento en el saldo de Letras del BCN en moneda extranjera, lo cual se pudo asociar a la mayor preferencia por administrar liquidez en dólares mediante Letras. Así, este instrumento se dispone para facilitar la administración de liquidez en dólares de la banca.

Títulos de Inversión

En el caso de los Títulos de Inversión (TIN) en moneda extranjera, en el primer semestre 2025, se observó una demanda por 0.3 millones de dólares, las que se realizaron en los plazos de 1, 6 y 12 meses. Mientras que, no se realizaron colocaciones de TIN en moneda nacional.

4.2.3. Depósitos Monetarios

A junio 2025, los Depósitos Monetarios en moneda nacional tuvieron una importante participación en la absorción liquidez. Si bien durante el primer semestre del año se observó un menor monto colocado con relación al mismo período de 2024, los saldos promedio de colocaciones fueron mayores. Los bancos utilizaron este instrumento principalmente al plazo de 1 día, a pesar que los plazos disponibles abarcan hasta 30 días. Con relación a los Depósitos Monetarios en moneda extranjera, se observó demanda continua de parte de los bancos para administras su liquidez de corto plazo.

4.2.4. Encaje legal

A fin de adecuar lo correspondiente al nuevo marco legal del BCN establecido en la Ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero (LASMF), en mayo de 2025, el Consejo Directivo Monetario y Financiero aprobó la norma sobre encaje legal, la cual establece una cuenta específica destinada a constituir el encaje legal de los bancos y sociedades financieras; mientras que, se habilitan cuentas corrientes, excluidas del cálculo del encaje, para las demás operaciones que realicen con el BCN. Si bien esto implicó un cambio operativo, la política de encaje legal requerido se mantuvo sin modificaciones en el primer semestre 2025, en términos de tasas y períodos de cómputo.

Así, se observó un sobrecumplimiento de los requerimientos de encaje legal en córdobas y en dólares, tanto en la medición diaria como en la catorcenal. En términos del saldo de encaje en córdobas y dólares, se observó una reducción con respecto al cierre de 2024, lo cual tiene un componente estacional. La reducción del encaje en córdobas puede relacionarse a que los excedentes del sistema financiero en esta moneda se reflejaron en mayor demanda de instrumentos de absorción del BCN en córdobas.

4.2.5. Préstamos de liquidez

Los préstamos de liquidez tienen el propósito de asistir a los bancos y sociedades financieras reguladas cuando experimenten disminución en su liquidez, siempre y cuando se mantengan solventes. Esta facilidad permanece sin uso por parte de la banca.

4.2.6. Financiamiento excepcional

El financiamiento excepcional es una nueva herramienta que tiene el BCN conferida en la Ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero aprobada en diciembre de 2024. Mediante este instrumento, bajo situaciones excepcionales que pongan en riesgo la estabilidad económica y/o la estabilidad financiera, el BCN puede otorgar financiamiento excepcional a bancos y sociedades financieras reguladas. Este tipo de financiamiento se aprobará, cuando sea necesario, mediante programas especiales.

5. Política cambiaria

5.1. Tipo de cambio

Con el propósito de atender su objetivo fundamental de estabilidad de la moneda nacional, el BCN continúa utilizando la política cambiaria para anclar los ajustes de precios y las expectativas de los agentes económicos. Así, el BCN durante 2025 mantiene la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del Córdoba con respecto al Dólar de los Estados Unidos de América en cero por ciento (0%) anual. Lo anterior, en un contexto adecuado de política monetaria y financiera, crecimiento sostenido de la economía, inflación baja, sistema financiero estable, cuentas externas balanceadas y estabilidad del mercado cambiario.

En lo que va de 2025 el tipo de cambio oficial del BCN se mantiene en 36.6243 córdobas por dólar, mientras que al cierre de junio de 2025 el tipo de cambio promedio ponderado de compra y venta de mercado se situó en 36.5410 y 36.8485 córdobas por dólar, respectivamente. Hay que señalar que, al ser el deslizamiento de cero por ciento anual, el tipo de cambio de mercado solamente presenta fluctuaciones asociadas a las variaciones en la oferta y demanda de divisas en el mercado, las cuales, se pueden ver reflejadas de manera indirecta a través de la mesa de cambio del BCN.

En este sentido, dado el contexto de estabilidad tanto monetaria como cambiaria, en lo que va del 2025 se ha observado una brecha cambiaria de venta baja y estable. Así mismo, se continúa observando la tendencia de los años previos donde el BCN no ha tenido demanda de venta de divisas, sino más bien ha comprado divisas para mantener el equilibrio monetario y satisfacer la mayor demanda por córdobas, aunque el volumen de compras ha disminuido respecto a igual período de 2024.

5.2. Mercado cambiario

En lo que va de 2025, el mercado cambiario sigue reflejando dinamismo y estabilidad, favorecido por el crecimiento económico y la entrada de flujos externos al país. Los bancos, financieras y casas de cambio continuaron registrando compras netas de divisas con el público, de igual forma el BCN realizó compras netas al sistema financiero, contribuyendo así al equilibrio monetario. En el acumulado al mes de junio de 2025, las operaciones totales del mercado cambiario alcanzaron un monto de 11,081.2 millones de dólares, lo que representó un crecimiento interanual del 16.1 por ciento, respecto a igual período de 2024. Del total negociado, 5,533.5 millones de dólares correspondieron a compras brutas, mientras las ventas brutas ascendieron a 5,547.7 millones de dólares, lo que resultó en compras netas en el mercado cambiario. Cabe señalar que, del monto total transado en el mercado cambiario, el 86.5 por ciento provino de las operaciones realizadas entre el sistema financiero y el público, mientras que solo el 2 por ciento correspondió a las transacciones en la mesa de cambio del BCN1

Así, la compra neta de divisas tanto en la mesa de cambio del BCN como del sistema financiero con el público, aunado con las acciones de política monetaria del BCN y la coordinación con la política fiscal se han reflejado en un fortalecimiento de las RIB en lo que va de 2025. Este resultado ha fortalecido el régimen cambiario vigente y la capacidad de la autoridad monetaria de proveer liquidez al sistema bancario y financieras.

Es importante destacar que, en abril de 2025, el Consejo Directivo Monetario y Financiero aprobó la Norma sobre el Mercado de Cambio y Operaciones con Divisas. Esta norma amplía los mecanismos de intervención del BCN en el mercado cambiario, permitiéndole realizar, además de operaciones de contado a un tipo de cambio establecido a través de la mesa de cambio, subastas competitivas para la compra y venta de divisas, las cuales pueden ser adjudicadas o rechazadas con base en los tipos de cambio ofrecido por las entidades participantes. Asimismo, se explicitan disposiciones relativas a las operaciones de venta de dólares y otras monedas extranjeras libremente convertibles al Gobierno y a otras entidades autorizadas, a fin de satisfacer requerimientos de pago.

5.3. Brecha cambiaria

El contexto de mayores flujos de divisas durante enero-junio 2025, condujo a que el mercado cambiario se desarrollara sin desequilibrios de oferta y demanda, resultando en una brecha de tipo de cambio de venta baja y estable. De esta forma, la brecha promedio entre el tipo de cambio de venta y el oficial fue del 0.68 por ciento en junio de 2025 (0.36% a junio de 2024), por debajo de la comisión que aplica el BCN por la venta de divisas, que es del 2 por ciento.

Cabe destacar que, si bien a finales de 2024 y a enero de 2025 se observó ciertas presiones en el mercado cambiario que condujeron a que la brecha de venta registrara valores de hasta 1.3 por ciento, dicho aumento fue transitorio, revirtiéndose posteriormente, ubicándose en un promedio de 0.56 por ciento en febrero-junio de 2025.

6. Perspectivas

La economía nicaragüense mantuvo buen dinamismo en el primer semestre de 2025 y, en general, su desempeño ha sido conforme lo previsto, tanto en el Informe de Política Monetaria y Cambiaria de enero de 2025 como en la nota de Perspectivas Macroeconómicas 2025 de abril de 2025, manteniéndose la incertidumbre sobre la evolución económica global, principalmente como consecuencia de cambios en políticas arancelarias y migratorias que, en términos netos, pueden tener impacto sobre la economía global y nacional. En este contexto, en este informe el BCN ha modificado algunas de sus proyecciones con respecto a las publicadas en la nota sobre Perspectivas Macroeconómicas 2025 de abril, aunque no se consideran cambios en la estimación del producto y el empleo.

Así, los resultados de los escenarios de proyección del PIB, con base en los últimos datos observados del PIB al primer trimestre de 2025 y del IMAE a mayo de 2025, arrojan una trayectoria de crecimiento a mediano plazo estable, con tasas similares a las que se han consolidado recientemente, ubicándose alrededor del nivel potencial. De conformidad con estos escenarios y considerando los riesgos asociados principalmente con choques externos, como el conflicto comercial global generado por cambios en políticas arancelarias, y climáticos que pudieran tener impacto sobre el producto a nivel doméstico, así como las fortalezas que sigue presentando la economía, el BCN mantiene la proyección de crecimiento de la actividad económica en un rango de 3.0 – 4.0 por ciento para 2025, con la expectativa que se mantenga la dinámica positiva en la mayoría de los sectores de la economía.

Con relación al mercado laboral, se prevé que el empleo continúe estable en 2025, evolucionando en correspondencia con la actividad económica, de forma que la tasa de desempleo promedio se ubique entre 3.0 – 3.5 por ciento.

En cuanto a la evolución de la inflación doméstica, se espera la continuidad en la estabilidad de precios, bajo la suposición que los choques arancelarios globales no derivarán en una aceleración excesiva de la inflación internacional que se traspase a los precios nacionales. Asimismo, con base en los datos observados a junio de 2025, que reflejan una disminución en las presiones de precios, principalmente de alimentos, se prevé una menor incertidumbre en torno a la dinámica de la inflación. Por tanto, el BCN establece un rango de proyección de la inflación en 2.0 – 3.0 por ciento para 2025 (2.0 – 4.0% estimado en la nota sobre Perspectivas Macroeconómicas de abril 2025), sustentado también en un marco de política fiscal, monetaria y cambiaria adecuado, con las políticas de subsidio del Gobierno para contener el incremento del costo de vida de la población y una tasa de deslizamiento cambiario de cero por ciento que también está atenuando la inflación. Si bien los pronósticos para 2025 son positivos, estos se encuentran condicionados a la continuidad en la disminución de las presiones de precios internacionales y a las perspectivas de un buen ciclo de producción agropecuaria.

Por el lado del sector externo, se elevó la proyección del superávit de cuenta corriente de la balanza de pagos de 2025, estableciéndose en un rango entre 4.5 – 5.5 por ciento del PIB (3.0 – 4.0% estimado en la nota sobre Perspectivas Macroeconómicas de abril 2025), sustentado en la evolución positiva de las remesas y el comercio exterior durante el primer semestre de 2025 y considerando un impacto neto moderado en el comercio exterior como resultado de los cambios en la política arancelaria externa. Asimismo, se espera que las reservas internacionales continúen fortaleciéndose, consistente con las proyecciones fiscales y monetarias y del resto de balances macroeconómicos, garantizando la estabilidad del régimen cambiario vigente.

En el ámbito de la política monetaria, el BCN considera que el nivel actual de la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) es consistente con los objetivos de crecimiento y de estabilidad de la intermediación financiera, no obstante, de manera oportuna, se podrían valorar cambios en dependencia de la evolución de las condiciones monetarias internas y externas. La política de tasas de interés del BCN, junto con el resto de sus instrumentos monetarios, continuarán adaptándose y enfocándose en favorecer la intermediación financiera y la movilización del crédito, con el propósito de apoyar el crecimiento económico.

Las proyecciones del BCN, y en particular las perspectivas de fortalecimiento de las reservas internacionales, son consistentes con las proyecciones fiscales del Gobierno, las cuales son elaboradas bajo un marco de política fiscal prudente, comprometido con la sostenibilidad financiera del sector público, la generación de amortiguadores fiscales para afrontar choques relacionados principalmente con los fenómenos naturales a los que está expuesto el país, y la priorización del gasto en apoyar el crecimiento económico inclusivo, reducir la pobreza y mitigar el impacto social de los choques externos. En este contexto, la coordinación estrecha de la política fiscal, monetaria y financiera, continuará siendo un factor fundamental del marco adecuado de políticas nacionales que garantiza la estabilidad macroeconómica del país.

Para finalizar, si bien las perspectivas macroeconómicas para 2025 son favorables, persisten riesgos que podrían incidir negativamente sobre la evolución de variables económicas, como el agravamiento de los choques comerciales que deriven en afectaciones a las cadenas de suministros, aumentos de precios, retrasos en la normalización de la política monetaria global y mayor desaceleración en la dinámica de producción mundial. En el país, también persisten los riesgos relacionados a los eventos climáticos, que pueden incidir sobre la evolución de variables macroeconómicas.

No obstante, la economía nicaragüense ha dado muestras de fortalezas que ayudan a mitigar los riesgos y propiciar un crecimiento mejor al previsto. Así, una fortaleza es el grado de apertura alcanzado, respaldada en parte por esfuerzos de mayor diversificación de socios comerciales. Adicionalmente, la estabilidad del sistema financiero, que ha aumentado la captación de recursos a través de los depósitos para canalizarlos hacia el crédito, en conjunto con la adecuada coordinación de las políticas fiscales, monetarias y financieras, también contribuyen al crecimiento económico esperado. Finalmente, es importante mencionar que el fortalecimiento del marco regulatorio monetario y financiero realizado a finales de 2024 y durante el primer semestre de 2025 aumentó el conjunto de herramientas a disposición de las autoridades monetarias y financieras para mitigar los riesgos a los que está expuesta la economía.

Anexos

1. El resto de operaciones corresponden a operación de bancos y microfinancieras con otros agentes.

Archivo: 
PDF icon Informe de Política Monetaria y Cambiaria julio 2025.pdf