Perspectivas Macroeconómicas - Abril
Perspectivas macroeconómicas 2024
Los indicadores macroeconómicos al primer trimestre de 2024 indican que la economía nicaragüense mantiene el buen desempeño observado en 2023, en particular, los datos del Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) muestran que la economía sigue en una senda de crecimiento sostenido, con la mayoría de las actividades expandiéndose. Asimismo, las condiciones domésticas y externas permanecen propicias para que la economía crezca en 2024 conforme lo esperado. Así, el mercado laboral continúa estable, con una baja tasa de desempleo, la inflación nacional muestra una desaceleración gradual inducida en parte por la reducción de las presiones externas, continua el dinamismo de la intermediación financiera con los depósitos y el crédito creciendo a tasas de dos dígitos, el Gobierno genera espacios fiscales y el sector externo presenta una coyuntura favorable para la continuidad de los flujos de recursos.
No obstante, en el entorno internacional están presentes riesgos generados por los conflictos geopolíticos y las condiciones financieras internacionales estrictas en un contexto de persistencia inflacionaria global. A pesar de dichos riesgos, la economía nicaragüense se ha consolidado en una trayectoria estable de crecimiento y presenta fortalezas que se derivan de un marco de políticas macroeconómicas adecuadas, lo cual le permite estar mejor preparada para enfrentar choques adversos.
El crecimiento del IMAE en enero de 2024 fue de 3.4 por ciento interanual (4.5% en promedio anual), destacándose el desempeño de los servicios y de actividades productivas como la construcción y pecuario. Así, las actividades con mayor crecimiento interanual fueron hoteles y restaurantes, comercio, construcción, pecuario, energía y agua, minas y canteras, y transporte y comunicaciones, entre otras. Mientras que, las actividades pesca y acuicultura y agricultura registraron disminuciones. Asimismo, el impulso al crecimiento sigue determinado principalmente por la demanda interna, dada las buenas perspectivas para el continuo crecimiento del consumo, sustentado en el dinamismo del crédito, la mejora en los salarios reales y el crecimiento de flujos externos.
En línea con el desempeño de la actividad económica, la tasa de desempleo permanece baja (3.7% a febrero), acompañada de mejora en la participación laboral (aunque todavía sin alcanzar los niveles pre pandémicos) y estabilidad en el empleo formal, con aumento en el número de afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, a marzo.
La inflación doméstica continúa reduciéndose de manera gradual, ubicándose en 5.44 por ciento interanual en marzo, aunque aún refleja cierta persistencia en los precios de los alimentos y servicios conexos. Las divisiones que más contribuyen a la inflación interanual son alimentos y bebidas, restaurantes y hoteles, bienes y servicios diversos, muebles y artículos para el hogar y educación. Se espera que la inflación continúe reduciéndose, en línea con lo observado a nivel global, y consistente con una política monetaria y fiscal equilibrada.
En el sector externo se mantiene una dinámica favorable de flujos hacia la economía. De acuerdo a lo esperado, las remesas familiares se han desacelerado, no obstante, continúan creciendo a tasas de dos dígitos. Por su parte, los términos de intercambio siguen mejorando, sin embargo, a enero se observa una menor demanda externa, lo que ha incidido en las exportaciones de mercancías y zona franca, pero se espera que esta situación sea revertida en el resto del año. Al mismo tiempo, las importaciones reflejan crecimiento, indicando impulsos al consumo y a la actividad productiva.
Los balances del sector público se mantienen equilibrados, con crecimiento de los ingresos tributarios y una política de moderación y focalización del gasto público. En este sentido, al cierre de 2023 el resultado del Sector Público No Financiero (SPNF) reflejó superávit (después de donaciones). Así mismo, se ha mantenido un financiamiento apropiado, tanto de fuentes externas como de internas, al tiempo que la deuda pública ha disminuido en términos del PIB.
El proceso de intermediación financiera se ha consolidado, destacándose el incremento en el desempeño de la actividad crediticia, apalancada en el crecimiento de los depósitos del público, ambos registrando variaciones interanuales de dos dígitos. Así mismo, se continuó observando niveles adecuados en la calidad del crédito y en la rentabilidad. La estabilidad financiera observada ha sido propiciada por el dinamismo de la actividad económica, que ha incidido positivamente sobre las expectativas de los agentes económicos y la capacidad de pago de los hogares y de las empresas. Adicionalmente, los indicadores de liquidez y de solvencia del sistema bancario y financieras se mantienen por encima de lo requerido.
En este contexto de desempeño favorable de la economía, la política monetaria y cambiaria del Banco Central de Nicaragua (BCN) sigue velando por la estabilidad de la moneda y propiciando condiciones financieras apropiadas para impulsar el crecimiento económico y la intermediación financiera. Así, a partir de enero 2024 estableció la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del córdoba con respecto al dólar de los Estados Unidos de América en cero por ciento anual, y a abril, ha mantenido invariable su Tasa de Referencia Monetaria (TRM) en 7 por ciento. A su vez, las principales variables monetarias continúan reflejando un comportamiento positivo, con el numerario y los agregados monetarios creciendo a tasas interanuales de dos dígitos, y se destaca el mayor uso de instrumentos monetarios en moneda nacional por parte del sistema financiero.
El mercado cambiario continuó reflejando dinamismo y estabilidad a marzo, en un contexto de crecimiento económico y de factores externos que han favorecido la entrada de flujos externos hacia el país. Así, la mayor oferta de dólares, una política monetaria consistente con las tasas de interés internacionales y la posición en córdobas de los bancos y el gobierno han propiciado que se continúen registrando compras netas de divisas en la mesa de cambio del BCN y se mantenga una brecha cambiaria baja y estable. En este entorno monetario y cambiario, las reservas internacionales brutas (RIB) se han incrementado, fortaleciendo la capacidad para resguardar el régimen cambiario vigente.
Dado los resultados positivos a marzo, se preserva un escenario macroeconómico favorable para 2024. Por consiguiente, en esta nota sobre Perspectivas Macroeconómicas 2024, el BCN mantiene el rango de crecimiento esperado del PIB del año 2024 en 3.5 – 4.5 por ciento, con la expectativa que se mantenga la dinámica positiva mostrada en la mayoría de los sectores, principalmente del sector servicios. A su vez, se prevé que el empleo continúe estable en 2024, con una tasa de desempleo promedio de entre 3.0 – 3.5 por ciento, y que gradualmente vayan desapareciendo los desajustes del mercado laboral originados por la pandemia, que se expresaron en una reducción de la participación laboral.
En cuanto a la evolución de la inflación doméstica, se espera que el descenso gradual de los precios internacionales continúe traspasándose a los precios nacionales, por tanto, el BCN establece un rango de proyección de la inflación de 3.5 – 4.5 por ciento para 2024. No obstante, este rango está condicionado a la continuidad en la disminución de la inflación internacional, y las perspectivas de un buen ciclo de producción en las actividades primarias. Adicionalmente, se toma en cuenta las políticas de subsidio del Gobierno para contener el incremento del costo de vida de la población y la reducción en la tasa de deslizamiento cambiario. Además, se espera que el marco de política fiscal, monetaria y cambiaria a nivel doméstico continúe apoyando la estabilidad de precios.
En el ámbito de la Tasa de Referencia Monetaria (TRM), el BCN considera que el nivel actual es consistente con los objetivos de crecimiento y de estabilidad de la intermediación financiera, no obstante, se podrían considerar cambios dependiendo de la evolución de las tasas de interés internacionales y de las condiciones monetarias internas. La política de tasas de interés del BCN, junto con el resto de sus instrumentos monetarios, continuará enfocada en favorecer la intermediación financiera y la movilización del crédito, con el propósito de apoyar el crecimiento económico.
Por el lado del sector externo, considerando los mejores resultados observados en 2023, se elevó la proyección de un superávit de cuenta corriente de la balanza de pagos, estableciéndose un rango de proyección entre 4.5 – 5.5 por ciento del PIB, sustentado en la evolución de las remesas, el turismo y el comercio con el exterior, dada la evolución favorable de los términos de intercambio. Asimismo, se espera que las reservas internacionales continúen fortaleciéndose, consistente con las proyecciones fiscales del gobierno y del resto de balances macroeconómicos.
Para finalizar, si bien las perspectivas para el año 2024 son favorables, persisten riesgos que podrían afectar la evolución macroeconómica, como la materialización de choques por conflictos geopolíticos que deriven en aumentos en los precios del petróleo y los alimentos, generando presiones sobre los precios domésticos, y los efectos del endurecimiento de la política monetaria global para contener una inflación más persistente, lo que pudiera desacelerar aún más la dinámica de producción mundial y afectar las exportaciones. En el país, también persisten los riesgos relacionados a los eventos climáticos.
No obstante, la economía nicaragüense ha dado muestras de fortalezas que ayudan a mitigar los riesgos y propiciar un crecimiento mejor al previsto. Así, una fortaleza es el grado de apertura alcanzado, destacándose los ingresos generados por el sector exportador, y la continuidad en los flujos de recursos externos. Adicionalmente, la estabilidad del sistema financiero, que ha aumentado la captación de recursos a través de los depósitos para canalizarlos hacia el crédito, en conjunto con la adecuada coordinación de las políticas fiscales, monetarias y financieras, también contribuyen al crecimiento económico.